Si odias hacer colas para comprar algo, la psicología dice que tienes estos rasgos comunes
La “Ley de Erma Bombeck” explica la frustración al ver que otras filas avanzan más rápido, y la competencia implícita aumenta el malestar.


Es normal que, alguna vez en tu vida, al ir a comprar algo lo hayas dejado donde estaba debido a la cantidad de gente en la cola. Sin embargo, si esto ocurre habitualmente, la psicología puede explicar qué rasgos comunes tienes.
Hacer cola es un trámite rutinario que muchas personas afrontan sin problemas, pero para otros resulta frustrante y agobiante. Si es tu caso, los especialistas e instituciones académicas de psicología señalan que es posible que estés experimentando una mezcla de impaciencia, ansiedad e incomodidad.
Esto puede suceder porque sientes que no tienes el control de la situación y dependes de factores externos, como la velocidad del cajero, la gestión de otros clientes u otras circunstancias. Según el centro Conectia Psicología: “El ser humano, en general, se siente más cómodo cuando puede prever el curso de las cosas y anticipar su desenlace”.
La ansiedad anticipadora, uno de los principales motivos
Otro de los principales motivos por los que te agobias en una cola es la llamada ansiedad anticipatoria. Según el Centro de Psicología Psiconet, esto ocurre cuando percibes que otra fila avanza más rápido que la tuya, apareciendo la llamada “Ley de Erma Bombeck”, es decir, la tendencia a convencerse de que la otra fila siempre va más rápido.
“Este pensamiento genera frustración inmediata y provoca que la espera se perciba más larga de lo que realmente es. Además, la incertidumbre sobre la duración exacta de la fila intensifica el malestar”, comentan fuentes de Psiconet.
También aseguran que, si supieras que la espera será de tan solo 15 minutos, la aceptarías con mayor facilidad. Lo que más agobia a la gente es no saber cuánto tiempo permanecerá en la fila.
Otro factor que genera un sentimiento de injusticia es cuando percibes que una persona que llegó después ya está pagando y tú todavía tienes dos personas por delante: “En esos momentos, la fila deja de ser un trámite neutral y se convierte en una especie de competencia invisible. La comparación genera más tensión y multiplica el malestar, sobre todo en personas con un alto nivel de autoexigencia”, aseguran desde Conectia Psicología.
Según la Asociación para la Ciencia Psicología, los clientes se sienten más satisfechos cuando una cola comienza lenta y termina rápida, que si empieza veloz y luego se detiene.
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Estos grupos de psicólogos recomiendan varias técnicas para sobrellevar mejor las colas: aceptarlas como parte de la vida cotidiana, leer, escuchar un pódcast, repasar mentalmente una lista de cosas pendientes para que el tiempo se haga más corto, o entender que cada fila tiene su propio ritmo y que no existe garantía de poder elegir la más rápida.
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