Resurge una ciudad ancestral tras una grave sequía en Filipinas

Filipinas lleva meses inmersa en una grave sequía que, más allá de la preocupación de las autoridades por la escasez del agua, ha dejado una curiosa anécdota. Y es que ha resurgido de un embalse una ciudad que fue fundada hace más de 300 años en la provincia de Nueva Écija, en el norte del país.

Una nueva atracción turística

El agua del embalse del municipio de Pantabangan ha dejado paso a reliquias del pasado, como una parte de la antigua iglesia de la ciudad, una placa del ayuntamiento o también lápidas del cementerio. Los vecinos del embalse se han apresurado a aprovechar esta reaparición y organizan visitas guiadas para turistas, en las que los transportan hasta la isla que se ha formado en el embalse y donde se han hecho visibles los restos de la ciudad.

La población de la ciudad tuvo que ser reubicada durante la década de 1970 tras la decisión del Gobierno filipino de crear la presa, con el objetivo de abastecer de agua a los municipios cercanos y generar energía hidroeléctrica. Sin embargo, no es la primera vez que la ciudad se deja ver tras haber sido inundada. En total, han sido 6 veces en más de 40 años las que se han podido observar las ruinas de la ciudad, aunque los vecinos señalan que nunca de forma tan prolongada como ahora.

La reaparición de esta ciudad centenaria se debe a que el nivel de agua del embalse se ha precipitado en los últimos meses, bajando más de 50 metros de su nivel habitual. Los expertos atribuyen la grave sequía que está atravesando el país al fenómeno meteorológico conocido como ‘El Niño’.

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