Responde a la llamada esperando que le ha tocado la lotería: ahora le aguarda una reclamación de deuda en el tribunal
Los hechos ocurrieron en Finlandia, debido a una publicidad que no dejaba a las claras los términos ofrecidos. Hay cientos de consumidores afectados.
Imagina recibir una llamada telefónica en la que te aseguran haber ganado un premio en la lotería. Pero que finalmente no sea así y que, además te veas envuelto en un caso de tribunales por el hecho de no haber pagado una deuda. Este surrealista suceso ha ocurrido en Finlandia, según recoge la prensa local.
Heikki Mäyrä, de 48 años, asegura que había recibido tal información respecto al premio. Y que, además, recibiría un cepillo de dientes gratuito. Pero un tiempo más tarde recibió una notificación de Correos con una factura de una deuda: 129 euros por el cepillo de dientes.
Tras negarse pagar la deuda, un agente judicial se puso en contacto con él para comunicarle que la empresa, Loiste, había presentado una reclamación de deuda ante el tribunal del distrito. En total, entre intereses y costas judiciales, cerca de 300 euros. Pero no es el único caso relacionado con esta empresa, pues varios consumidores se han visto engañados y se han negado a pagar la factura.
Durante el pasado mes de septiembre, el tribunal del distrito de Itä-Uusimaa tenía pendientes un centenar de reclamaciones de deuda de los clientes de la compañía. Según los medios locales, en los últimos tres años Loiste Europe ha exigido pagos a más de 1.300 clientes a través de los tribunales.
Hertta Hartikainen, experta de la Autoridad Finlandesa de Competencia y Consumo (KKV), asegura que la compañía ha recibido cientos de reclamaciones sobre marketing engañoso. Y, según explica, apenas una fracción de los consumidores engañados se ponen en contacto con las autoridades, a la vez que se ha advertido a la empresa sobre marketing y ventas ilegales.
Publicidad incompleta
Un caso similar es el de Eivor, un anciano de 80 años con problemas de memoria. Al escuchar la oferta de un cepillo de dientes eléctrico, por 20 euros, no pudo hacer otra cosa que aceptar. Pero al poco recibió la confirmación del pedido, y algo que no esperaba: el compromiso de adquirir cabezales del cepillo, con un contrato de dos años, por más de 20 euros cada uno. En total, más de 200.
“Intentamos cancelar el pedido, pero resultó imposible. Sólo dijeron que el contrato es temporal y no se puede cancelar”, explica Marjo Aaltomaa, hija de Eivor. Los cabezales y las facturas iban llegando, mientras el cepillo quedaba encerrado en un armario de la casa. Al parecer, la KKV ha recibido numerosos contactos sobre la publicidad de esta empresa.
Loiste Europe, aparentemente, ha vendido cepillos eléctrico por teléfono a precios cercanos a los 40 euros. Pero en algunos casos el cliente no tiene claro a qué se compromete, y la oferta no es tal cuando se percata del compromiso de adquirir seis cabezales a 24,90 euros la unidad. Tras la llamada de un agente virtual, el siguiente paso era el contacto con una persona real.
Y es que, según la normativa vigente en Finlandia, este tipo de operaciones no puede realizarse por teléfono, sino que debe entregarse por escrito y con los mismos términos que se dieron por teléfono. De acuerdo con KKV, las ofertas enviadas a los consumidores no estaban completas, faltando información esencial como el carácter temporal del contrato y que no podía ser rescindido.
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