Qué son las CAT y por qué son tan peligrosas las turbulencias de aire claro en un avión
Se trata de turbulencias que se producen en ausencia de nubes, por lo que son difíciles de detectar en los radares con anterioridad, suponiendo un importante peligro en los vuelos.
El pasado martes, el vuelo SQ321 de Singapore Airlines que viajaba de Londres sufrió una turbulencia extrema que dejó el balance de un muerto y al menos 105 pasajeros heridos. En varias imágenes grabadas por los testigos se muestran máscaras de oxígeno caídas y abolladuras en el techo que reflejan la violenta sacudida y la situación caótica que se llegó a vivir en la aeronave.
Las turbulencias se han convertido en algo frecuente en los vuelos, por ello los aviones están preparados para no sufrir ningún peligro estructural en caso de experimentar este suceso. Además, los pilotos están entrenados para enfrentarse a estas situaciones y prevenir al máximo la posible sacudida que pueda experimentar la aeronave. Sin embargo, el vuelo de Singapore Airlines experimentó un fenómeno extremadamente raro: una turbulencia en aire claro o CAT.
Se trata de un tipo de turbulencia realmente peligrosa porque no llega a ser detectada por los radares, a diferencia de otras más convencionales. Tal y como su nombre indica, esta se produce en cielos despejados y claros, y es causada por masas de aire que se mueven a velocidades diferentes.
Dífiles de detectar
Esta turbulencia ocurre alrededor de la corriente en chorro, un torrente de aire que fluye rápidamente a una altura de entre 12.000 metros y 18.000 metros, según explica Guy Gratton, un académico de aviación y piloto comercial, en declaraciones recogidas por la BBC.
Puede llegar a existir una diferencia de 160 km/h entre el aire de la corriente en chorro y el aire circundante, lo cual da lugar a una fricción que se materializa en el avión en forma de turbulencias. No son muy distintas de las tradicionales, pero lo que las hace verdaderamente peligrosas es que son difíciles de detectar con anterioridad.
Según Paul Williams, científico atmosférico de la Universidad de Reading, hay un porcentaje de este fenómeno que sí es detectable. “Un 75% son detectables. Podemos predecirlas con precisión hasta con 18 horas de antelación”, asegura. Sin embargo, existe un 25% restante que no se pueden predecir, por lo que suponen un peligro.
¿Cómo hacer frente a una turbulencia?
Para salir del paso en caso de una turbulencia, es necesario que el avión pierda altura para recuperar la estabilidad. Para ello, debe picar el morro y descender los metros que sean necesarios para llegar de nuevo a esa sustentación que prima durante todo el viaje.
Esto fue lo que pasó en el caso del vuelo Londres-Singapur, en el cual diez horas después de haber despegado, el avión tuvo que descender bruscamente unos 1.800 metros en tan solo tres minutos con el fin de recuperar la estabilidad que había perdido al entrar en contacto con una turbulencia de aire claro.
Un problema futuro
La turbulencia es el problema de la física no resuelto con más implicaciones en nuestro día a día. Aunque no suele ser causante de muchas muertes, sí es necesario atajar cuanto antes esta problemática ya que el cambio climático está aumentando la frecuencia con la que se produce este fenómeno.
Los expertos en meteorología aseguran que en los últimos cuarenta años el periodo de turbulencias experimentadas en los vuelos ha aumentado considerablemente. En concreto, las turbulencias de aire claro superan ya el 55% a lo largo de la ruta del Atlántico Norte.
“Tras una década de investigaciones que apoyaban la idea de que el cambio climático aumentará la turbulencia en aire claro en el futuro, ahora tenemos pruebas que sugieren que este incremento ya comenzó”, comentó Paul Williams en uno de los estudios realizados.
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