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SOCIEDAD

¿Qué pasa cuando muere una persona con una hipoteca y cómo afecta a sus familiares?

Los familiares podrán obtener esa propiedad, pero tendrán que asumir los pagos pendientes. Esto requiere cambiar el contrato y anotar que la deuda pase a estar a nombre de los familiares que hayan decidido asumir los pagos.

¿Qué pasa cuando muere una persona con una hipoteca y cómo afecta a sus familiares?
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Las hipotecas son compromisos que dan mucho respeto. Cuando una persona que no haya terminado de amortizar su hipoteca fallezca, sus familiares podrán obtener esa propiedad, a cambio de asumir también los pagos pendientes. Cuando este escenario se materialice, será necesario seguir un proceso para obtener la vivienda.

Esto requiere cambiar el contrato y anotar que la deuda pase a estar a nombre de los familiares que hayan decidido asumir los pagos. De hecho, el Banco de España explica que, cuando los cónyuges acepten una herencia, entonces se constituirá una sociedad de bienes, incluyendo la propiedad, hasta que se alcance un acuerdo con la partición de bienes.

Tienen derecho a comprobar la situación financiera

En este contexto, cabe destacar que los herederos del recién fallecido pueden obtener dicha vivienda que se encuentre pendiente de pago, pero también tendrán el derecho a comprobar la situación financiera del testador. Es decir, podrán conocer de primera mano el saldo de todas sus cuentas, los movimientos que ejecutó en sus últimos años de vida, o una copia de los contratos vigentes.

Tras su defunción, entonces, se dividen la propiedad y la parte de préstamo sin amortizar entre sus herederos de manera predeterminada. Se les da a estos la posibilidad de acordar distintas variaciones en el reparto. Por ejemplo, es perfectamente entendible que una sola persona asumiera el pago y también la vivienda.

¿Tendrán que tributar el impuesto de sucesiones?

Por si esto fuera poco, se debe añadir que los herederos tendrán que tributar el impuesto de sucesiones o no según su lugar de residencia, ya que este pago varían por Comunidades Autónomas. Asimismo, como parte del trámite necesario se llevará a cabo la subrogación por cambio de deudor, que consiste en modificar la titularidad del préstamo.

En función de cada entidad bancaria, este proceso que registra los nombres de los nuevos titulares implicará el pago de una comisión de entre el 0,1% y el 1% del total de dinero prestado. Con todo ello, la máxima autoridad bancaria española ha añadido que, al fallecer alguien con una hipoteca pendiente, la ley dictamina que se reparten a partes iguales el préstamos restante y la propiedad entre los sucesores.

Otros escenarios

El banco no podrá cambiar las condiciones del contrato si los herederos aceptan la partición predeterminada. Esto implica que se mantienen las cuotas mensuales, la duración o los tipos de interés. Tampoco tienen permitido exigir una ampliación de las garantías del préstamo debido al cambio de deudor.

Ni pueden exigir al nuevo titular que contrate productos secundarios, como un seguro para el hogar o el domicilio de las nóminas. Ahora bien, en el caso de que uno de los herederos asumiera la totalidad de derechos y obligaciones tras acuerdo con los otros, ya no poseerá el derecho a mantener la hipoteca con las condiciones previas. Con estas características, se deberán renegociar las condiciones del contrato con el banco.