¿Qué pasa con los perros PPP en la nueva Ley de Bienestar Animal?
Esta nueva legislación presenta incongruencias con los test de sociabilidad, pero todo apunta a que no se suprimirán las razas PPP.
La nueva ley de bienestar animal ha generado un debate profundo en la sociedad, y uno de los temas más polémicos que ha surgido en este contexto es la regulación de los perros potencialmente peligrosos (PPP).
Estos canes, a menudo objeto de controversia, representan un desafío importante en la legislación de bienestar animal, ya que la normativa, en un principio, establecía una realización de un estudio de sociabilidad individualizado, buscando así un equilibrio entre la seguridad pública y el respeto por los derechos y necesidades de estos animales.
Pese a que, en el anteproyecto de Ley, la denominación PPP iba a desaparecer, finalmente se mantendrá, y, por tanto, se seguirá necesitando una licencia administrativa del ayuntamiento para poder hacerse con uno de ellos. Este paso es clave a la hora de adoptar, pues estos perros son los que más tiempo pasan en los refugios y sin ser acogidos debido a ese trámite.
El nuevo texto se contradice
Aun siendo eliminado con una enmienda uno de los apartados del artículo 30, en el que señala un test de aptitud para decidir si el perro es considerado PPP o no, a la vez se ha aprobado una enmienda que reza: “Los lugares y espacios privados en que se desenvuelven habitualmente los perros que, tras los test para valorar su aptitud para desenvolverse en el ámbito social previstos en el artículo 24.3 fueran calificados como de manejo especial, deberán disponer de condiciones de seguridad suficientes para evitar fugas o posibles agresiones”.
Se consideran perros peligrosos a través de la ley 50/1999 “tipología racial, carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula con capacidad de causar la muerte o lesiones”.