Qué hacer si te ataca un animal salvaje en España: osos, serpientes, lobos, tiburones…
Aunque los animales suelen mantener un carácter huidizo e intentan evitar a los humanos, pueden atacar a las personas si se sienten amenazados.
No quisiera ninguno de nuestros lectores encenderse el modo senderista un sábado bien temprano, madrugar más que la propia mañana, y encontrarse un oso que todavía no ha desayunado. Tampoco querrá ser zancadilleado por una serpiente en mitad del monte, ni situarse entre un jabalí y sus crías. Si tiene usted la mala pata de cruzarse en el camino de un animal salvaje, y si este se muestra agresivo o se siente amenazado, hay que saber cómo actuar.
Encuentro con jabalíes
Un encontronazo con un jabalí no debería suponer un gran problema, pero hay varios factores a tener en cuenta. Según recoge la asociación medioambiental Biodevas, este animal es pacífico por naturaleza y tiende a huir de los humanos, aunque hay tres supuestos en los que el jabalí puede reaccionar de forma agresiva.
En primer lugar, si te encuentras entre una madre y sus crías. Los gruñidos de la madre son “una señal de advertencia”, por lo que hay que mantener la calma y utilizar un sitio elevado o trepar un árbol para esperar a que el grupo de jabalíes se marche. “No sostengas palos en alto ni hagas ningún gesto amenazante, ya que si un jabalí se siente en peligro, se puede volver muy agresivo”, indica Biodevas.
Otro supuesto es el de un encontronazo ante un jabalí herido, que puede reaccionar agresivamente si se siente en peligro. “Aun con lesiones graves, puede encontrarse en un estado muy agresivo y atacar, así que lo primero que tienes que hacer es refugiarte en un lugar seguro”. Por último, si sorprendes a un jabalí entre la vegetación, este puede reaccionar de forma imprevisible “y es tan posible que escapen como que te ataquen”. Por ello, se recomienda siempre mantenernos en los senderos marcados.
Encuentro con un lobo
Encontrarse de cerca a un lobo en España es “altamente improbable, incluso en las zonas donde habitan”, explica la web citada. Aunque el lobo “no suele presentar un peligro para las personas, ya que las detecta con mucha antelación y las rehúye”, se recomiendan las siguientes pautas.
Encuentro con un oso
Biodevas asegura que, a diferencia del imaginario popular, los osos que hay en España no son agresivos, pues ocurre lo mismo que con el lobo: tienen buen olfato e intentan huir de los humanos. También es “muy difícil” ver a un oso de cerca, y “más raro” que este ataque a un humano, pero aun así puede existir un riesgo si nos encontramos a una osa con sus oseznos, si sorprendemos al animal en su hábitat o le molestamos mientras hiberna.
Estos son los pasos a seguir si nos encontramos con un oso, según la asociación medioambiental:
Encuentro con tiburones
Tampoco es común encontrarse con un tiburón en nuestro país. Pedro José Pascual Alayón, doctor en Biología Marina por la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), explicó a este diario que en nuestras costas no hay especies de tiburón peligrosas. Las comunes “son de carácter huidizo y difíciles de ver” y la potencialidad de ataque “es muy baja”. En todo caso, hay tres tipos de ataque de tiburón a un bañista, según el experto.
El primero de ellos, y el más frecuente, es el de ataques de atropello, mordida y huida. “El tiburón ve una pierna de un bañista, ve un chapoteo, lo confunde y ataca. Al morder, nota el hueso, que es duro, y sabe que no es un pez. Por el sabor también detecta que no es un pez, por lo que lo suelta y se va corriendo”.
El segundo es el ataque furtivo. Ocurren cuando el bañista se encuentra muy lejos de la costa. Se produce un ataque directo, sin avisar, un golpe fuerte. Puede ser un gran tiburón, que ataca a la zona del vientre, o a una pierna. Hablamos de embestidas fuertes. En este ataque, el animal también se va, pero te deja una herida importante.
En último lugar, encontramos el ataque de golpes y mordidas. “En una situación no provocada, el tiburón ataca a un bañista que está alejado de la costa. Lo primero que hace es rozarte, porque el tiburón te estudia primero, te golpea para ver si reaccionas. Si tú te quedas quieto y no reaccionas, él vuelve y dice ‘aquí hay alimento fácil’. Es como hace con una foca. Primero la rodea. Cuando ve una foca que está enferma o herida, le da un golpe”, indica el experto.
Si nos encontramos en este último caso, Pascual asegura que “hay que tener una reacción proactiva, no hay que quedarse quieto”. “Tienes que enfrentarte a él dando patadas, gritando… y nunca perderle de vista [...] Debes ofrecer resistencia, porque el tiburón también te teme. Los ojos es un buen blanco, también las branquias. Si le metes las manos en las branquias, lo agarras, luchas por tu supervivencia. ¿Es lógico, no? El tiburón también se asusta”.
Encuentro con una serpiente
Como bien explica National Geographic, las serpientes no atacan a no ser que se las provoque, por lo que conviene dejarlas tranquilas y dejarles espacio en el campo. Si la encontramos en una casa, se recomienda salir de la habitación, colocar una toalla bajo la puerta y llamar a un especialista.
En caso de ataque, hay que dar por hecho que la serpiente es venenosa. Se recomienda evitar los torniquetes o la succión del veneno. Lo mejor es sentarse o tumbarse mientras esperamos ayuda, y tomar una foto de la serpiente desde una distancia prudente para poder identificarla. “Si es posible, limpia también la herida, cúbrela y marca en la piel el borde de la zona afectada con la hora”, explica National Geographic.
También se aconseja evitar coger una serpiente, aunque parezca que está muerta. Si vamos de excursión a una zona montañosa, es mejor llevar calzado grueso y pantalones largos, y pinchar el suelo con un palo por delante de nosotros si es posible.
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