Qué es la cláusula de exclusión del seguro de hogar y cuándo se aplican las exclusiones en la cobertura

A la hora de contratar un seguro de vida es indispensable valorar algunos factores, como es el caso de la cláusula de exclusión. Esta condición es común en todos los contratos del sector de los seguros, aunque es cierto que algunos son más flexibles que otros. Todo dependerá de las exigencias o garantías particulares del acuerdo del contrato.

Las pólizas del seguro del hogar suelen tener ciertas exclusiones que muchas veces no se tienen en cuenta o incluso pasamos por alto. Las cláusulas de exclusión indican todos los casos en los que el seguro no se haría responsable de los daños generados y ocasionados por un siniestro. Esta situación suele desembocar en reclamaciones de las que la compañía aseguradora no se hace responsable. Para evitar esta situación es indispensable conocer cuáles son las cláusulas de nuestro contrato y qué situaciones asegura o no.

Los seguros distinguen distintas variantes de daños materiales, los daños por incendio, electricidad, agua, humo, robos o hurtos, o actos vandálicos suelen ser los más comunes.

Cobertura básica del hogar

La cobertura básica del hogar incluye la protección de la estructura de la casa y tus pertenencias personales. Algunas de las cláusulas que debes conocer son la cobertura de la estructura de la casa o la cobertura de pertenencias personales.

En el caso de la cobertura de la estructura de la casa, la cláusula cubre los daños estructurales del hogar, incluyendo las paredes, ventanas, techo y la cimentación. Por otra parte se encuentra la cobertura de pertenencias personales. Esta cláusula cubre las pertenencias personales tal y como la ropa, electrónicos, muebles y otros objetos que se incluyan en su interior. En este caso es fundamental conocer el grado de cobertura que ofrece nuestro seguro, para comprobar que sea suficiente en caso de pérdida total.

Otras cláusulas adicionales

Cuando se trata de un incendio, las cláusulas excluyentes solo son aplicadas en caso de que los daños hayan sido generados por la única acción del calor por contacto directo o indirecto con aparatos de calefacción o por la explosión de aparatos o sustancias en depósito que se utilizan en los servicios domésticos o de calefacción en el hogar.

En el ejemplo de que los daños sean causados por agua dependerán del estado y del terreno. Normalmente se suelen excluir de la póliza aquellas por falta de mantenimiento, por oxidación de las instalaciones de conducciones de agua.

Las cláusulas son diferentes para el caso de robos y hurtos, aunque algunas pueden coincidir. Los robos y hurtos que no sean denunciados ante las autoridades, los actos que estén vinculados con el Asegurado, el Tomador o los dependientes de ellos, personas, animales y objetos están excluidos. Otro ejemplo en el que los robos no estarían cubiertos sería cuando se trate de un robo cometido cuando los bienes no estén guardados y protegidos bajo medidas de seguridad declaradas por el tomador de la póliza, los daños por negligencia del tomador, asegurado o relacionados, y el robo de objetos ubicados en terrazas, jardines, patios, garajes, trasteros y similares, ni el robo de animales de cualquier clase.