Preocupación ante los nuevos tipos de ladrones y delincuentes que irrumpen en los supermercados
Responsables de varias cadenas de supermercados de Europa aseguran que cada vez es más común el robo por parte de personas que no plantean dudas sobre potenciales malas intenciones.
En los últimos años, la cesta de la compra se ha incrementado de forma notable. Productos como el café o el chocolate se han puesto por las nubes, tal y como ocurrió en su día con el aceite de oliva. Ante esta situación, son muchos los que atraviesan serias dificultades para llegar a fin de mes.
Y, a veces, se recurre a decisiones poco éticas como el robo para llenar la nevera. Un hecho del que se hace eco el medio Cibum, que recoge el testimonio de varios dirigentes de cadenas de supermercados en Europa. Cada vez más, las tiendas de alimentación están implementando medidas de seguridad adicionales para evitar los robos de productos.
Según explican, el perfil ha cambiado. Alar Olup, jefe de seguridad de Prisma (empresa de Estonia), sostiene que el perfil de los ladrones incluye no solo a los más estereotipados, sino que se incluyen personas “completamente normales”. “Es difícil establecer patrones claros de un ‘ladrón medio’. Los robos los cometen tanto adultos como menores, y los cosméticos y los dulces son especialmente populares entre los niños en verano. En algunos casos, también existe una relación evidente entre el robo de determinados productos y los problemas de adicción”.
Para Siiri Liiva, portavoz de Coop, el incremento de robos en comercios se debe, en parte, a una precaria situación económica. “Esto es característico, en gran medida, del contexto económico actual, que lleva varios años en recesión. El sustento de las personas está bajo una enorme presión. En algunos casos se busca una salida, aunque no sea de la forma más legal”.
Desde esta empresa ya han identificado cuáles son los productos con mayor riesgo de robo, por lo que han implementado medidas de seguridad más estrictas. Irán destinadas, especialmente, a las bebidas alcohólicas. No ocurrirá lo mismo con otros productos como el café, el chocolate o el pescado rojo, “siempre populares entre los ladrones”.
Medidas en otros supermercados
En Maksimarkets, las tiendas más grandes de Coop en las que se venden artículos como ropa y electrónica, se emplean sistemas como el ‘spider wrap’, una alarma con cable, además de etiquetas de seguridad. Por su parte, en Máxima se ha establecido un precio límite para cada categoría de producto. Por encima de este, se aplican medidas de seguridad adicionales.
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“Por lo general, esto no aplica a productos básicos como el pan y la leche”, detalla Janika Jaago, gerente de comunicación de la cadena. Olup, de Prisma, enfatiza que “no existe un sistema universal”, por lo que el objetivo pasa por prevenir los robos de la forma más eficaz y flexible, apostando por diferentes soluciones. Una de ellas, cada vez más popular en estos supermercados, es la activación de las puertas mediante el ticket de compra. Igualmente, desde Coop apuestan por soluciones tecnológicas para dificultar “los robos en las cajas de autoservicio”.
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