¿Por qué se dice que el Martes 13 da mala suerte y dónde surge la leyenda?
La creencia nace por un choque de culturas entre las religiones abrahámicas y la tradición grecolatina, pero su influencia se extiende a lo largo y ancho del planeta.
Uno puede evitar pasar por debajo de una escalera, rellenar la copa de un líquido diferente al agua para brindar o cerrar rápidamente los ojos cuando se cruza un gato negro. Hay mil formas de escapar a la mala suerte, pero no al calendario. Cuando el día trece de un mes coincide en martes o en viernes, los hipocondríacos de la superstición suspiran e imploran al azar que sea piadoso. Y los libros antiguos y empolvados dan motivos para ello.
Para encontrar la explicación hay que echar la vista atrás. Como ocurre con todas las creencias. Un cúmulo de factores históricos justifican por qué alrededor del mundo se desconfía de esta fecha; y, sobre todo, da sentido de ser a aquel dicho nupcial que todos siguen aunque poca gente crea: “En martes 13 ni te cases ni te embarques”.
Punto de partida: las religiones abrahámicas
Nada es nuevo bajo el Sol. El número 13 siempre ha estado ligado con motivos oscuros en toda clase de culturas y religiones, lo que ha provocado que la superstición trascienda tantas fronteras en la actualidad. No obstante, su punto de partida está bastante concentrado en el mapa: Oriente Medio. Si se atiende a la Cábala judía, 13 es el número de espíritus malignos, y, además, representa al carnero que, según la tradición judaica, está asociado con la muerte por ser el animal que sacrifica Abraham a Dios.
En esta línea, el cristianismo hace las delicias del esoterismo con otras tantas señales. Sin ir más lejos, Jesús fue crucificado un día 13 -viernes, en este caso-. La misma cifra coincide con el número de invitados a la Última Cena o con el capítulo del Libro del Apocalipsis en el que aparece el Anticristo. La Bestia.
Fue también el decimotercer día del mes de octubre de 1307 cuando inició la persecución contra los caballeros de la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón. Es decir, la Orden del Temple. Los templarios. Incluso se dice que la confusión de lenguas de la Torre de Babel también tuvo lugar un martes 13.
Tradición grecolatina y fusión de religiones
Aunque existe una clara explicación desde el punto de vista de las religiones abrahámicas, no se trata de una desconfianza endémica de esta cultura. De hecho, es el choque de civilizaciones lo que, por norma histórica general, conforma las creencias. Fue la tradición grecolatina quien asoció el martes con esta suerte de desconfianza que ya rodeaba el trágico número. Lo hizo al mezclar su religión con la cristiana. El nombre del día de la semana proviene del dios romano Marte, dios de la guerra, hecho que bañaba de sangre y violencia tan aciago día.
Lejos del Mediterráneo, la mitología nórdica, en tiempos medievales y tierras vikinga, ya asociaba el número 13 con Loki, quien representaba la traición y el caos. También hay un hueco en la astrología para este infortunio. En el tarot, la carta con el número 13 simboliza la muerte, que puede atraer la mala cara del azar o el cierre de un ciclo.
Y es que, aunque el martes 13 cree mayor superstición en los países hispanohablantes, generando el viernes un efecto mayor en los anglosajones, la magia que rodea el número y la fecha no conoce de fronteras. Goza de una extraña aura fantástica que le acompaña desde la noche de tiempos.