Ni casa ni apartamento: el hombre que vive en una cápsula submarina a 11 metros de profundidad
Rudiger Koch quiere batir un récord. En 30 metros cuadrados tiene baño, cama, ordenador y bicicleta estática: también dispone de conexión a internet.
A 11 metros de profundidad frente a la costa de Panamá, el alemán Rudiger Koch vive desde hace dos meses en una cápsula conectada a una casa futurista construida sobre las aguas del Mar Caribe. Con esta extrema aventura, que continuará dos meses más, el ingeniero aeroespacial pretende conquistar un nuevo récord Guiness mundial y demostrar que es posible vivir solo y trabajar tranquilamente bajo el mar. “Mudarse al océano es algo que deberíamos hacer. Aquí abajo es mucho más tranquilo, no es como la vida en la ciudad, lo que se oye son las olas y el débil sonido de los peces”, explica Koch a la AFP. En su casa de 30 metros cuadrados cuenta con baño, cocina, televisión conexión a internet, sin embargo no tiene ducha.
¿Qué hace Rudiger Koch día a día?
“Me levanto a las seis, veo las noticias, trabajo un poco y luego preparo el desayuno para ocuparme de todas las cosas que surgen cada día”, expone Koch. En una mesa de café hay una copia de su libro favorito: ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, la obra clásica del novelista francés del siglo XIX Julio Verne. Fiel admirador del capitán Nemo, Koch comenzó su desafío el el 26 de septiembre y pretende resurgir el 24 de enero, logrando batir un nuevo récord mundial, como la persona que más ha aguantado en el fondo del mar sin despresurizar. Hasta que Koch no suba a la superficie y se certifique su nuevo récord, el título mundial actual lo ostenta, Joseph Dituri, que pasó cien días en una ‘casa’ bajo un lago en Florida.
El paso del tiempo
Dos relojes digitales de un metro cada uno indican el número de días, minutos y segundos que faltan y los que aún le faltan por pasar. La casa flotante en la que esta viviendo Koch se encuentra ubicada en la costa de Puerto Lindo en Portobelo, a 15 minutos en lancha rápida desde Linton Bay Marina. La casa está construida sobre una superficie cilíndrica, de esta forma ofrece una vista de 360º de todo lo que le rodea. Una vez dentro, una estrecha escalera de caracol desciende a lo largo del cilindro hasta la cabina sumergida de Koch.
“No es especialmente difícil, no siento que esté sufriendo aquí abajo, aunque lo más difícil es que a veces quiero bucear”, señala Koch. La estructura cilíndrica y todas las ventanas circulares que dispone la cápsula, permiten a Koch disfrutar de la fauna marina, “Se tiene una vista muy variada”, comenta Koch. Por otro lado, el aventurero alemán expone que los materiales con los que ha sido construida la cápsula son respetuosos con el medio ambiente, dado que las paredes están hechas de un material parecido a una concha que proporciona un hábitat para corales y peces. Cuatro cámaras en el interior de la cápsula lo monitorean en todo momento para asegurarse de que cumple el reto y todo vaya correctamente.
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