Muere una mujer asfixiada en una cama de canapé
Los hechos ocurrieron en el mes de junio, pero ahora el forense confirma que se trató de una muerte accidental al fallar uno de los pistones que elevan la cama.
El pasado mes de junio, una mujer de origen británico murió en extrañas circunstancias mientras se encontraba en su habitación. Helen Davey, de 39 años y natural de Seaham (en el condado de Durham), se encontraba junto a la zona de almacenamiento del canapé de su cama cuando fallaron los pistones de mecanismo y quedó atrapada en ella.
Ahora, meses más tarde, el forense encargado de caso ha confirmado que el fallecimiento se produjo por este fatal acontecimiento, que derivó en la asfixia de la mujer al quedar atrapada a la altura del cuello entre la base del canapé y el somier. Jeremy Chipperfield, forense superior de Durham, ha advertido del riesgo que suponen este tipo de camas en caso de fallar el mecanismo.
Chipperfiel, que ha calificado la muerte de accidental, escribió incluso a los ministros para advertirles de que, si no se toman medidas preventivas, podrían tener lugar nuevos episodios como este. “La fallecida estaba inclinada sobre la zona de almacenamiento de una ‘cama elevable por gas’ de estilo otomano cuando la plataforma del colchón descendió inesperadamente, atrapando su cuello contra la superficie superior del panel lateral de la base de la cama”, explica en un informe de prevención de muertes que recoge The Northern Echo.
Un pistón defectuoso, el origen de la tragedia
De acuerdo con el forense, fue incapaz de liberarse y murió a causa de una asfixia. Y, tal y como explica, uno de los pistones de elevación del mecanismo estaba defectuoso, lo que originó el fallo del mismo. Dicho informe fue remitido a la Secretaría de Estado de Comercio y Empresa y a la Oficina de Normas y Seguridad de los Productos.
Fue su hija Elizabeth, de 19 años, la primera en enterarse de lo sucedido. “Subí las escaleras, la puerta de la habitación de mi madre estaba abierta de par en par y la vi tumbada boca arriba con la cabeza debajo de la cama”, dijo durante una declaración leída durante la investigación en el tribunal de instrucción de Crook.
Según el forense, al fallar el pistón la cama le habría empujado hacia abajo, “posiblemente hacia adelante al principio. Es difícil imaginar cómo terminó boca arriba. Puede haber sido parte de una pelea que tuvo lugar mientras intentaba levantarse”, destaca.
La joven, en su declaración, aseguró que “la cama ya no se cerraba con suavidad, podía caerse con fuerza si la soltabas”. A pesar de sus esfuerzos, Elizabeth no pudo evitar el trágico final. Una vez llegó la ambulancia, los paramédicos únicamente pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer. Fue al llegar la policía cuando se descubrió que uno de los pistones estaba defectuoso.
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