Mazón desmiente al Gobierno tras recomendar a los ciudadanos hervir agua para su consumo
El presidente de la Comunidad Valenciana pide a la población que desoiga las recomendaciones del Ministerio de Teresa Ribera y escuche a las autoridades municipales.
La gestión del agua tras las graves inundaciones del 29 de octubre en Valencia ha generado una intensa polémica entre el Ministerio para la Transición Ecológica, encabezado por Teresa Ribera, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón.
Las contradicciones sobre el uso seguro del agua han dejado a miles de ciudadanos en incertidumbre, al tiempo que se enfrentan a los daños en infraestructuras y al riesgo de contaminación de recursos hídricos. Tras el paso de la DANA, Ribera lanzó una advertencia clara: los habitantes de 60 municipios afectados debían hervir el agua del grifo antes de consumirla. Sin embargo, el presidente Mazón publicó posteriormente un mensaje en redes sociales desmintiendo la instrucción del Ministerio.
En su comunicado, Salud Pública de la Comunidad Valenciana recomendaba usar exclusivamente agua embotellada para beber y cocinar en todos los municipios afectados, mientras que el agua del grifo podía utilizarse únicamente para el aseo personal. Además, Mazón aseguró que se estaba distribuyendo agua embotellada de forma gratuita en puntos de avituallamiento de cada localidad.
Más de 4 millones de metros cúbicos de lodo
La controversia entre las autoridades se da en medio de una situación crítica. Según el Ministerio, la tormenta afectó la infraestructura hídrica de hasta 78 municipios, dejando a unas 7.000 personas sin suministro de agua a 12 días de la emergencia. Los daños en sistemas de abastecimiento, alcantarillado y depuración se estiman en más de 331 millones de euros, y las labores de recuperación se prolongarán al menos un año, con varias plantas de tratamiento fuera de servicio. Además, el aumento en el consumo de agua para labores de limpieza ha cuadruplicado la demanda normal en la región.
La gestión de los lodos acumulados es otro desafío. Más de cuatro millones de metros cúbicos de lodo están siendo retirados y llevados a canteras y minas abandonadas para evitar riesgos de contaminación de acuíferos. Las autoridades reconocen que parte de estos residuos puede estar contaminada, aunque la mayor parte proviene de zonas agrícolas y se considera libre de agentes contaminantes.
Descoordinación entre administraciones
En un esfuerzo por abordar los riesgos de vertidos industriales en zonas críticas, se han ordenado más de 1.300 inspecciones en instalaciones industriales. También se ha anunciado una intervención para restaurar la Albufera de Valencia, afectada por la crisis hídrica.
La falta de claridad en las instrucciones oficiales ha sido objeto de críticas por parte de la ciudadanía y la oposición. Con la advertencia del Ministerio y la posterior rectificación de Mazón, la situación en Valencia sigue siendo incierta. Para muchos residentes, la gestión de esta crisis de agua ha dejado en evidencia la descoordinación entre las administraciones en un momento crucial para la salud pública y la recuperación de la región.
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