Madrid comienza la campaña contra la mosca negra

Con la llegada del buen tiempo comienzan a eclosionar los millones de insectos que habitan el vasto entorno natural español. Aunque estos animales pequeños son parte fundamental de la fauna autóctona, algunas especies pueden desentrañar grandes riesgos ambientales debido a su gran rapidez de reproducción, que hace que en cuestión de meses se multipliquen hasta alcanzar proporciones de plaga bíblica.

Cada lugar tiene sus clases de insectos problemáticos. Especialmente aquellos que están bañados por las aguas de un río. En Madrid, es la mosca negra la que trae más dolores de cabeza. Viéndola, parece mentira que algo tan insignificante pueda traer tanto revuelo. Apenas mide 5 milímetros de largo. Sin embargo, cuando llegan los meses de primavera y verano, comienzan a dejar sus larvas por millones, hasta volver un ejército.

Desde que se descubriera en 2017 la presencia de esta especie indeseada, fueron raudos los esfuerzos de la administración local por desarrollar protocolos que pusieran coto a su rápida expansión. Pero, por muy bien que se haga todo, al año siguiente hay que empezar de cero. La temporada de la mosca negra ya ha empezado, y los servicios de Medio Ambiente del Ayuntamiento se han puesto en marcha.

Cinco puntos contra los insectos

El cometido principal de estas acciones es limitar el número de larvas presentes en el entorno del río, disminuyendo así la cuantía de moscas que revolotearán por la zona durante los próximos meses. Además, para crear un entorno que desincentive la proliferación de la especie, también se desbrozará la vegetación que esté en contacto directo con el caudal.

Los métodos empleados en el pasado han dado hasta ahora resultados excelentes. Según el Ayuntamiento, el último año se observó un éxito de más de 90% en el cercenamiento del surgir de la mosca negra. Es una clase de insecto con el que hay que tener especial cuidado, pues su picadura puede transmitir enfermedades a los mamíferos, lo que podría, por ejemplo, suponer un peligro reseñable para algunos animales de la zona.

El Ayuntamiento tiene la responsabilidad de desplegar estos métodos preventivos en todos los lugares de la ciudad que estén bañadas por el cauce del Manzanares. Esto incluye una extensa porción de tierra, desde el distrito de Fuencarral-El Pardo hasta la Villa de Vallecas. Para conseguir que se diseminen los productos empleados para acabar con las larvas, se aplicarán en cantidades considerables en cinco puntos distintos del curso fluvial: el Club Deportivo Puerta de Hierro, el Puente de los Franceses, el puente de Los Capuchinos, la Presa 9 y la Caja Mágica.