Los errores más comunes al hacer café en casa: estos son

El café siempre ha ocupado un lugar especial en la vida cotidiana y la cultura de España. Desde su llegada en el siglo XVIII, ha evolucionado para convertirse en una parte integral de la vida diaria de los españoles. El clásico café solo, pasando por el café con leche que se consume comúnmente en el desayuno, hasta llegar al cortado, entre otros. Todo ellos son ejemplos de cómo los españoles han incorporado el café en su cultura culinaria y social.

Y es que no es solo una bebida, sino un ritual: es común disfrutar del café en compañía de amigos y familiares. Los bares y las cafeterías son espacios populares para reunirse y compartir momentos especiales mientras se disfruta de una taza de café. Por si esto fuera poco, es frecuente acompañar el café con pastas, churros o galletas, lo cual hace que la experiencia sea aún más placentera.

Datos en España

Según el último informe sobre los “Hábitos de Consumo de Café en España” realizado por la cadena Café & Té, el 63% de los españoles mayores de 15 años (aproximadamente unas 22 millones de personas) declara tomar al menos un café diario.

Esta investigación, además, exhibe que los consumidores más habituales de café en España consumen un promedio de 3,6 cafés diarios entre semana. Ahora bien, los fines de semana baja la media, situándose en 2,7 tazas de café al día. Con todo ello, cabe destacar que el consumo semanal estimado es de más de 535 millones de tazas de café semanales.

Tener una cafetera en casa, cada vez más común

El exceso nunca es bueno, pero el consumo moderado de café sí puede ser beneficioso. De hecho, cada vez son más las personas que tienen una cafetera en su casa y deciden tomarse esta bebida aromática en su hogar, junto a su familia.

Sin embargo, es cierto que en ocasiones se cometen fallos que restan valor a la experiencia. Yassir Raïs, CEO de Syra Coffe, con un tostador propio en Barcelona y una red de cafetería de especialidad en la Ciudad Condal y en Madrid, ha explicado a ABC las claves para un consumo doméstico y cuáles son los errores más comunes que cometen los consumidores.

Principales fallos

En primer lugar, ha destacado que el principal error que comete el consumidor doméstico está en la selección de la materia prima. La mejor lleva el sello de café de especialidad, un término que se usa para hacer referencia a granos que se han puntuado con más de 80 puntos en la escala de control de calidad de la SCA (Specialty Coffe Association) encabezada por catadores profesionales.

“Para alcanzar esta puntuación, que tiene en cuenta todas las características del café, como acidez, dulzor, cuerpo, balance o las fragancias, hay que cuidar el producto en cada fase de su desarrollo”, ha argumentado al citado medio. Una vez seleccionada la variedad del café de especialidad, el siguiente paso importante para extraer al máximo las bondades del producto es molerlo en el momento.

Depende de la zona en la que se viva, el agua puede ser más o menos dura. Esta también es una forma de cuidar las cafeteras con las que se prepara esta bebida -hay bastantes sistemas y muy diversos-. La norma más extendida entre los baristas consultados es que por cada 10 gramos de café molido se utilicen 150 mililitros de agua caliente.

“Cuando hayamos terminado de preparar el café, saber guardarlo es algo que no debemos deja pasar. Para que el almacenamiento no suponga un problema, lo ideal es comprar siempre en pequeñas cantidades”, ha concluido este experto. En casa, debemos guardarlo en un recipiente hermético, en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. Si queremos conservar el café a largo plazo, debemos congelarlo en un recipiente también hermético.