Los dueños de un restaurante pillan a una cliente poniendo pelo en su plato para no pagar

La hostelería es un trabajo requiere mucha entrega y sacrificio para los empleados a la hora de atender al público. Sucede en algunas ocasiones que el trato con el cliente no es sencillo, aunque la amabilidad de muchos de los comensales hacen más fácil la labor de los camareros.

Sin embargo, algunos clientes tratan de salirse con la suya en los restaurantes. Fue el caso ocurrido en un local de Blackburn (Reino Unido), cuando las cámaras de seguridad delataron la actuación de una mujer, que fingió que había pelo en su comida para que los dueños del establecimiento le devolvieran el dinero. En la grabación, publicada en Youtube por la agencia SWNS, se pudo observar cómo la mujer se arrancó un pelo y lo depositó sobre el plato mientras hablaba con su acompañante.

Posteriormente, explicó enfadada a los camareros lo sucedido. Finalmente, consiguió que el camarero le devolviera el importe de la comida, de casi 15 euros. En declaraciones recogidas por el medio Southwest News Service, el dueño del local cargó contra la mujer. “Hay personas que están dispuestas a poner en riesgo la reputación de una empresa y los puestos de trabajo del personal por una comida de 14,88 euros”.

A su vez, expresó que “nunca” se había visto involucrado en una situación similar. “Me dio asco y mucha rabia. El equipo de cocina podría haber pensado que era culpa suya cuando no habían hecho absolutamente nada malo”, añadió. De este modo, el dueño no quiso recuperar su dinero, pero sí advertir a sus trabajadores para futuras ocasiones.

La polémica reseña de un cliente y la respuesta de un restaurante

Otra cuestión que levanta ampollas en el sector hostelero son las reseñas que dejan los clientes, ya sea en google maps, o en portales como TripAdvisor. El protagonista del último episodio fue un varón, que acudió con su mujer a las 23.24h a un bar para tomar unas tapas, y le dijeron que no se sentara porque la cocina cerraba a las 00:00h. Entonces, tuvo que irse y abandonó el local rápidamente.

El cliente puntuó el establecimiento con 1/5 el servicio, la comida y la relación calidad-precio. La respuesta del establecimiento fue la siguiente. “La cocina la cerramos a las 23.30h y eso no le permite venir a las 23:24h a comer. No es que vayamos de sobrados. No voy a permitir que vengas 6 minutos antes a comer a mi restaurante y tener a una plantilla de 15 personas que se vayan más tarde por su culpa”.