Las dos letras que la RAE decidió excluir del abecedario

La Real Academia Española (RAE) acordó en el año 2010 la eliminación de dos letras en el abecedario español. Las letras retiradas del abecedario español fueron la ‘ch’ y la ‘ll’, ambas introducidas junto a la ‘ñ' en la edición de 1754.

Esta fue la razón que esgrimió la institución cultural para adoptar la decisión. “No son letras, sino dígrafos”. Es decir, se trata de “un conjunto de dos letras o grafemas que representan un solo fonema”, según recogió la RAE en un comunicado. Tras la retirada de ambas letras, y con la introducción de la ‘W’ en el año 1969, el abecedario español quedó compuesto por un total de veintisiete.

Facilitar la alfabetización, evitar confusiones con las palabras en caso de nombres compuestos, y simplificar y unificar el abecedario español con el latino universal, fueron otros de los motivos por los que se impulsó esta reducción de nuestro abecedario. Pese a su retirada, se siguen usando en muchas palabras españolas e, incluso, en su inicio.

Por tanto, el abecedario español queda reducido a estas 27 letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z. Otro casi similar es el de la cedilla (ç), una variante de la letra ‘z’. La pala cedilla es el diminutivo de ceda, que es una variante de la palabra zeda, en desuso, con el que se puede nombrar a la letra ‘z’. Todavía se puede encontrar en idiomas como el portugués, el francés y el catalán.

Esta desapareció del abecedario español en 1975. En portugués, por ejemplo, la cedilla (cedilha) se usa para indicar que la ‘c’ debe ser pronunciada con un sonido similar a la ‘s’ antes de las vocales ‘a’, ‘o’ y ‘u’, como en ‘canção’.

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