La pequeña isla española que fue refugio de los piratas ingleses
El medio inglés ha “descubierto” la gallega isla de Sálvora, que a pesar de no ser una atracción turística, cuenta con un curioso pasado vinculado a los piratas.
España es un país con localizaciones muy exóticas y que, debido a nuestra rica historia, guardan un pasado curioso. Una de estas localizaciones es la gallega isla de Sálvora, la una de las 179 islas en España y la única del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia que le pertenece a la provincia de La Coruña, concretamente al ayuntamiento de Ribeira. Las otras islas que forman parte de este parque nacional son las islas Cíes, la isla de Cortegada y Ons, y pertenecen a la provincia de Pontevedra. El medio inglés “The Sun” ha señalado la isla de Sálvora por su pasado como refugio de piratas, pero antes de entrar en eso, ¿cómo es la isla?
Ubicación, dimensiones de la isla y como llegar
Esta isla se encuentra a 3 kilómetros de tierra firme, concretamente de la ría de Arousa, Tiene menos de 2 km2 de superficie, con 1 km de largo y tan solo unos 200-300 metros de ancho. La isla de Sálvora forma parte del archipiélago que lleva ese mismo nombre, y es la única de este grupo de islas (otros islotes son el de Vionta, Noro, Herbosa, Sagres…) que puede ser visitada por el ser humano, aunque solo 125 personas pueden desembarcar al día.
La isla es un entorno protegido, por lo que es un viaje muy especial y para el que se tiene sumo cuidado. Al ser un entorno protegido, hay varias cosas que están prohibidas. Por ejemplo, no puedes llevarte contigo nada (rocas, conchas…) de la isla, ni encender fuegos, ni pescar, ni llevar a cabo prácticas como el submarinismo o el turismo náutico. Además, tampoco se pueden llevar animales domésticos ni vehículos a motor, con la excepción de los perros guía y las sillas de ruedas, respectivamente.
Hay dos opciones para visitar la isla: una, alquilar una de las embarcaciones que viajan a la isla y al resto de las que forman el Parque Nacional o mediante embarcaciones privadas, para lo que se necesita el permiso previo de navegación, pero que se tarda tan solo unos 10 minutos.
La isla de Sálvora ofrece varios paseos y rutas turísticas que permiten descubrir sus rincones históricos más mágicos, pero es importante tener en cuenta que carece de servicios básicos como asistencia sanitaria, baños y agua potable, y no hay papeleras, por lo que es necesario llevarse los desperdicios generados. Al desembarcar, un panel informativo del Parque Nacional proporciona un mapa del archipiélago con puntos de interés e itinerarios, junto con información sobre la normativa del parque.
En verano, un guía del parque nacional suele ofrecer visitas guiadas a la antigua aldea de Sálvora. Desde el punto de desembarque parten dos rutas hacia el faro y la antigua aldea, y también hay un itinerario autoguiado con paneles interpretativos en la ruta al faro titulado “Un paseo de leyenda por Sálvora”.
Historia de la isla y su pasado con los piratas
No existen registros de este lugar anteriores a la Edad Media, por lo que la existencia de asentamientos previos a esta época no es segura, a pesar de que Galicia estuvo muy poblada por civilizaciones como los celtas o los romanos. Algunos restos encontrados en los arenales de la isla dan fe del paso de estas civilizaciones por la isla, pero no de su asentamiento. Más tarde, a finales de la Edad Media, cuando la isla formaba parte de la corona gallego-asturiana, Alfonso II la donó a la Iglesia de Santiago. Antes de servirle como refugio a los piratas, hizo la misma función para pueblos invasores como los vikingos o los musulmanes en la Baja Edad Media. Cuando terminaron las peleas y volvió la tranquilidad a la ría, la gente de la costa se mudó a Sálvora para aprovechar las tierras.
A mediados del siglo XVI, la Iglesia le dio la isla a Marcos Fandiño Marino, cuya familia la administra bajo un régimen feudal hasta principios del siglo XVII, en el que la familia recibía de los pobladores parte de las cosechas y del ganado. Desde el siglo XVI hasta casi el XIX la isla le sirve de refugio a piratas y corsarios. “The Sun” señala que existe un mito que dice que, durante los siglos XVIII y XIX, cuando la isla le perteneció a la familia Mariño, el primer hijo de esta familia nace de la relación entre un caballero romano y una sirena.
En los siglos XVII y XVIII, la isla de Sálvora no sufrió ataques piratas, pero vivió un auge comercial y pesquero con la instalación de una factoría de salazón, El Almacén. En 1789, se planeó una almadraba de atún, generando conflictos con los marineros locales, aunque nunca se concretó. Esto atrajo a los habitantes de la costa, que se asentaron en la Aldea, viviendo de la agricultura y la pesca, aunque no tenían ni iglesia ni escuela (hasta los años 60).
En 1820, Isabel de Marino heredó la isla y se casó con Ruperto Antonio de Otero, convirtiendo a la familia Otero en los nuevos propietarios. En 1904, el Estado expropió la isla por defensa nacional, mejorando la vida de los isleños. En 1921, 59 personas vivían en Sálvora cuando ocurrió el trágico naufragio del vapor Santa Isabel, al que se conoce como ‘el Titanic gallego”, donde 213 personas murieron, aunque los isleños rescataron a 48. Ese mismo año, se inauguró el nuevo faro.
En 1958, la familia Otero Goyanes recuperó la isla, provocando que los isleños la abandonaran en busca de mejores condiciones en la costa. La introducción de caballos y conejos que dañaban las cosechas empeoró la situación. A finales de los años 70, solo quedaron en la isla un guarda y su familia, y en 1972, la isla se declaró oficialmente deshabitada después que la fábrica cerrase, provocando un descenso evidente en el trabajo disponible en la isla.
En el año 2001 pasa a formar parte del Parque Nacional de las Illas Atlánticas de Galicia y la Xunta de Galicia, tras adquirir la propiedad de la isla en 2008, consiguió a partir de 2010 que la isla, que ya era propiedad pública, fuese visitable y accesible a los viajeros.
Sitios que visitar en la isla de Sálvora
Aunque este islote no es un lugar turístico por las mismas razones que otras localidades, sí que tiene lugares que merece la pena visitar. Para empezar, tiene playas muy bonitas en las que pasar un día agradable, como son Praia do Castelo Ou do Almacén en el este de la isla, u otras en el norte de esta como las playas Praia dos Bos, Praia de Lagos y Praia de Zafra.
Otras zonas que son recomendables para visitar son las siguientes:
· Fábrica de Secado y Salazón de Pescado o Pazo residencial de Sálvora, construida en 1770 por la familia Otero Goyanes.
· La antigua aldea de Sálvor, en forma de U, y que solo cuenta con 8 casas, una plaza, y dos fuentes de agua potable. Ahí vivía el último habitante de la isla, que se marchó en 1972, cuando la isla quedó deshabitada.
· La Capilla de Santa Catalina, que antes de 1960 era una taberna.
· El Faro de Sálvora, construido en 1921 tras el gran naufragio.
· La Sirena de Sálvora, o ‘Mariña’, una estatua que hace honor a la supuesta amante de aquel caballero romano de la familia Mariño.
· Fuente de Santa Catalina, cuyas aguas, según las leyendas, han dado “salud y fuerza” a los habitantes de la isla.
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