La mitad de los parados españoles recurre a un amigo para encontrar trabajo
Según datos de la Encuesta de Población Activa del INE, por cada persona que acude a una oficina pública buscando un empleo, tres apelan a un pariente o a sus amistades.
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en España se sitúa en 2.727.003 personas en el mes de marzo de 2024. Esto supone un -1,21% respecto al mes anterior, es decir, -33.405 desempleados, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Cuando una persona se encuentra sin trabajo, es frecuente que suela estar muy estresada, lo que deriva en problemas como ataques de ansiedad, molestias estomacales, insomnio y contracturas musculares, según afirman un gran número de expertos.
Apoyo colectivo
Y no solo eso. Al estar en una situación de estas dimensiones, aparecen sentimientos negativos como la impotencia, la frustración y el agobio, estrechamente relacionados con la falta de ingresos, así como una crisis de identidad cuando se trata de una profesión vocacional.
Aunque es un drama individual, muchos afectados tratan de resolver estos episodios de manera colectiva. Sí, recurriendo a amigos, familiares, antiguos compañeros de trabajo y contactos adquiridos durante la etapa profesional. Es decir, el círculo más cercano.
A tener en cuenta: datos
Tal y como recogen los datos de la Encuesta de Población Activa del INE, por cada persona que acude a una oficina pública buscando un empleo, tres apelan a un pariente o a sus amistades. Una estadística llamativa que ha generado polémica en las redes sociales.
En números del cuarto trimestre de 2023 (consultar el informe completo en este enlace) mientras 550.000 parados se dirigieron al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE); 1,5 millones pidieron ayuda a su entorno (el 56% del total).
El gran reto
La preferencia por la agenda de contactos como método para encontrar trabajo pone en serio peligro a la eficacia del SEPE, entre cuyas tareas está la de “gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo”.
Sin duda alguna, corregir el desajuste entre el número de vacantes que oferta el servicio público de empleo y todas las necesidades de las empresas es uno de los desafíos que enfrentará la futura ley del empleo que ha impulsado el Gobierno. Y, todo apunta, a que se revitalizará en las próximas semanas, casi dos años después de haberse aprobado.
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