La factura que hace que se le “caiga la cara de la vergüenza” a un camarero ante los clientes
Jesús Soriano, hostelero y bloguero, ha comentado en laSexta Xplica, caso por caso, cómo el aumento de los precios está creando malestar entre muchas personas que se dedican al sector.
Bares y españoles. Españoles y bares. Existe una relación casi natural entre el sector hostelero y la población que tiende a fortalecerse en la época estival, cuando las plazas se llenan de terrazas y las sombrillas ofrecen una sombra fresca en la que regocijarse con un refresco. Casi parece una bendita ‘obligación’. Todo es perfecto, el tiempo vuela. Hasta que llega la cuenta.
El auge desmedido de los precios y de todas las partes del proceso comercial y de producción, amén, entre otras cosas, de una inflación que no deja resquicio económico alguno sin verse afectado, ha dibujado un verano diferente. Por lo menos, en comparación con los últimos años. Si bien es cierto que siempre ha habido ‘lugares caros’, la tendencia al alza de los costes está trasladando la preocupación más allá de los clientes. Incluso los propios camareros miran con recelo una cuenta que, ahora más que nunca, responde al sobrenombre de dolorosa.
Botellines de agua por 12 euros, zumos de naranja por 15
En este tema ha querido profundizar laSexta Xplica. Para ello han llevado a plató varias facturas de bares y restaurantes repartidos por toda la geografía española. Todos tienen un elemento en común: precios desorbitados. Y como no se puede analizar sin una autoridad que conozca el mundillo de primera mano, han invitado a Jesús Soriano: un camarero y bloguero que ha estallado contra el rumbo que está tomando la hostelería.
Poco a poco, como si se tratase de la estela de un crimen, han ido desgranando cada factura. La primera, directa y contundente. Un zumo de naranja: 15 euros. Y ya está. Así. “Al menos es natural”, ha comentado el presentador, José Yelamo, cargando de ironía el detalle del producto. Las siguientes no se han quedado atrás.
Desde botellines de agua por 12 euros hasta la ruptura del mito aquel que sostiene eso de que ‘si pedimos para compartir sale más barato’. Casi 60 euros por una jarra de sangría y dos bocadillos de chipirones terminan fulminantemente con una norma tan antigua como las cortinas de macarrones de los bares de carretera.
Y cuando parecía que no podía ser peor, Soriano ha añadido el ingrediente estrella para que el cóctel de la hostelería vuele por los aires. Las fiestas populares. Esas en las que uno paga y luego piensa; porque si piensa no paga, y si no paga, ni populares, ni fiestas. “He llegado a cobrar 10 euros por dos latas de cerveza de marca blanca”, confiesa el camarero. La suma del contexto, de la calidad y el precio le hacen sincerarse ante el presentador: “A los camareros se les cae la cara de vergüenza”. Es en ese momento cuando todo deja de ser perfecto; y el tiempo, que volaba antes, se detiene.