La bebida que puede aumentar el riesgo de cáncer en mujeres, según Harvard
Un estudio observacional revela que quienes consumen bebidas azucaradas a diario tienen más riesgo de padecer de cáncer de hígado o fallecer por enfermedades hepáticas crónicas.
Según indica la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), el número de casos de cáncer diagnosticados en nuestro país este 2023 puede alcanzar los 279.260 casos, y estaría algo por debajo del número alcanzado el pasado 2022, que la misma fuente cifraba en 280.100 casos.
Una alimentación saludable nos puede ayudar a nuestro bienestar y a prevenir algunas enfermedades de cara al futuro.
Estudio sobre las bebidas azucaradas
La Universidad de Harvard ha realizado un estudio junto a investigadores del hospital Brigham and Women’s de Boston cuyo objetivo era “estudiar las asociaciones entre la ingesta de bebidas azucaradas, bebidas endulzadas artificialmente y la incidencia de cáncer de hígado y mortalidad por enfermedad hepática crónica”.
Metodología
Para proceder al estudio, tomaron como muestra a un total de 98.786 mujeres posmenopáusicas, de entre 50 y 79 años en Estados Unidos. Las participantes del estudio, iban informando a los investigadores de la frecuencia con la que consumían refrescos azucarados, a través de una escala que iba desde “nunca o menos de una vez al mes” hasta “seis o más diarias”.
Conclusiones
Tras dos décadas de investigación, llegaron a la conclusión de que las mujeres que toman bebidas azucaradas a diario, tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de hígado aumentar el riesgo de morir a causa de una enfermedad hepática crónica. El 6,8% de las mujeres que consumían una o más bebidas azucaradas al día tenían un riesgo un 85% más alto de padecer cáncer de hígado. En lo que a enfermedades hepáticas se refiere, siguiendo el mismo parámetro, el riesgo es un 68% más alto en relación a aquellas que consumían menos de tres bebidas al mes, según revela este estudio, publicado en la revista JAMA.
Con todo ello, los autores informaron de que este estudio solo fue observacional y que se basó en respuestas autoinformadas sobre la ingesta, el contenido de azúcar y los resultados. Los investigadores concluyeron que “los estudios futuros deberían confirmar estos hallazgos e identificar las vías biológicas de estas asociaciones”.