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Hallazgo único en Cantabria: una cabaña de 16.800 años

Se trata de una de las viviendas paleolíticas mejor conservadas del mundo. Cuenta con una multitud de vestigios de las actividades cotidianas del grupo cazador Magdaleniense.

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EFE/Gobierno de cantabria
EFE/Gobierno de cantabria

La cueva de La Garma, en Cantabria, es conocida como un gran yacimiento arqueológico de arte rupestre que fue descubierto en 1995 y añadido en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las últimas investigaciones arqueológicas en la zona han permitido documentar “con gran detalle” una cabaña que se construyó hace 16.800 años y que es una de las viviendas paleolíticas mejor conservadas del mundo.

Desde hace décadas se lleva desarrollando un proyecto ambicioso financiado ininterrumpidamente por el Gobierno de Cantabria y que en 2021 recibió el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología de la Fundación Palarq, según informa el portal de cultura cántabro. Con este apoyo, los investigadores liderados por Pablo Arias, catedrático de Prehistoria, y Roberto Ontañón, director del Museo de Arqueología y Prehistoria, han hecho un hallazgo único en La Garma.

Una pequeña cabaña, un gran paso prehistórico

Se trata de una cabaña de 16.800 años conservada en perfecto estado gracias al bloqueo de la entrada de la cueva por un derrumbe a finales de la última glaciación. Es una vivienda que ocupa un espacio oval de unos cinco metros cuadrados, delimitado por una línea de bloques de piedra y estalagmitas que levantaban una estructura de palos y pieles que constituían la pequeña choza.

“Hay miles de restos en el suelo, son los residuos de la actividad de un campamento de cazadores-recolectores del Magdaleniense [una de las últimas culturas del Paleolítico superior]”, ha explicado Ontañón en una rueda de prensa en el Museo Arqueológico Nacional mientras comunicaba públicamente los hallazgos descubiertos.

En este contexto, el investigador ha detallado que en el interior de la cabaña había una pequeña hoguera, alrededor de la cual se ha encontrado una multitud de vestigios restantes de las actividades cotidianas de los hombres prehistóricos. Se han documentado un total de 4.614 objetos, en su mayoría huesos de ciervos, caballos y bisontes, pero también 600 piezas de sílex, agujas, moluscos marinos y hasta un protoarpón.

Años de investigación

Según confirma Europa Press, la documentación de este hábitat ha requerido dos años de trabajo continuo del equipo interdisciplinar cántabro, quienes han llevado a cabo una metodología basada en la técnica no invasiva. Es decir, han documentado todo lo posible sin extraerlo de la cueva, manteniendo la estructura tal y como se la encontraron.

Según han explicado los líderes de la investigación, está previsto que próximamente se añada una reproducción de este hábitat a la zona expositiva del Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo. Así, se ha programado una conferencia en el Museo Arqueológico Nacional el próximo 15 de febrero donde ambos presentarán los resultados de este proyecto.