Hallan una medusa ‘alien’ en Murcia
Se trata de una ‘Rhizostoma Luteum’, una especie gigante que habita en las aguas frías del Atlántico y que fue avistada por primera vez en 2012.
Todos los veranos se descubren especies extrañas e insólitas en costas muy lejanas a sus respectivos hábitats. Es uno de los fenómenos que sorprenden anualmente a los bañistas, muchos despreocupados que sólo buscan poner en remojo los pies y tostarse entre granos de arena. En concreto, el último lo ha protagonizado un madrileño en Murcia. Parece un chiste, pero es la historia de una medusa ‘alien’.
Una de la tarde. Playa de Bahía. Mazarrón, Murcia. El agua del mar devuelve lo que parece una medusa, pero más grande de lo normal. Y de color blanco. Dos bañistas se acercan con el objetivo de sacarla a tierra firme. Uno de ellos saca el móvil y el revuelo y la locura se instaló en la mente de todos los veraneantes que disfrutaban de un tranquilo día de costa.
Una medusa gigante del Atlántico, lejos de casa
No se tardó demasiado en identificar la culpable de semejante alboroto. Era una Rhizostoma Luteum, una medusa que habita en el Atlántico y que no asomaba por el Mediterráneo, según ha informado El Español, desde 2021. Esta especie se caracteriza por estar cubierta con una capa blanquecina que se entremezcla con tonalidades moradas; y por presentar unas extremidades más largas que sus vecinas del mare Nostrum.
Se trata de una especie gigante que presenta forma de umbrela, como una cúpula gelatinosa, que puede llegar a superar los 60 centímetros de diámetro sin incluir sus tentáculos. Más de medio metro de cabeza. A mano alzada, el turista madrileño, que no cabía en su asombro, dijo que pesaba cerca de 40 kilos y que llegaba a los 70 centímetros. No se ha quedado lejos.
La última vez que se avistó en el Mediterráneo fue en Granada, hace dos años. Entonces ya fue tildado como insólito. El motivo por el que vive en la otra costa de la península Ibérica es la temperatura de las aguas: busca el frío. Y lo encuentra en el Atlántico. Su primera incursión en las playas murcianas fue de la mano con los primeros avistamientos en Almería y, de nuevo, las costas nazaríes. Era 2012. Una década después vuelve a ocurrir lo que todos los años en todas las partes del planeta: un animal perdido en busca de un hábitat lejos de casa.