Esconde 80.000 euros en lo que creía un lugar seguro y todo acaba convertido en cenizas: pensaba que era menos dinero
El Banco Central de este país logró recuperar el dinero gracias a un meticuloso proceso de peritaje; el caso pone en evidencia una peligrosa costumbre rural.
A veces las viejas costumbres tienen de todo menos razones. En buena parte de la Lituania rural es muy habitual proceder a la metafórica práctica de guardar el dinero debajo del colchón en otro lugar de la casa: los hornos. O las chimeneas o las estufas. Y es que según informan medios locales, una mujer ha quemado, accidentalmente, cerca de 80.000 euros en efectivo, al esconderlos dentro de una vieja estufa de hierro fundido. Pero lo más sorprendente no ha sido el caso en sí, sino que la afectada creía tener solo entre 50.000 y 60.000 euros.
El incidente fue dado a conocer por Ramunė Juzėnienė, directora del Departamento de Peritaje y Tecnología del Banco de Lituania, durante una entrevista con la emisora LRT. Según la experta, esconder dinero en estufas es una costumbre frecuente en los pueblos del país báltico, especialmente entre personas mayores que consideran ese lugar como un escondite seguro.
“Estamos acostumbrados a que la gente nos traiga dinero quemado de las estufas. No sé por qué los ancianos piensan que es seguro esconderlo allí”, declaró Juzėnienė. A pesar de los daños, los especialistas del Banco Central han logrado recuperar la mayor parte del dinero, gracias a su peritaje técnico.
Y es que ante estos hechos, la experta banquera es tajante con las recomendaciones. “Si ocurre una desgracia como esta y el dinero estaba en un recipiente, no lo abran. Sobre todo si es de cristal, porque al entrar oxígeno, el fuego puede intensificarse y destruir aún más los billetes”, advirtió.
Pero aún así, ¿cómo se recupera el dinero dañado?
Los bancos centrales de todo el mundo, incluido el de Lituania, aplican protocolos técnicos rigurosos para evaluar billetes dañados. En general, para restaurar y devolver un ejemplar, se exige que al menos el 50 % del billete esté presente o que el propietario pueda demostrar que el resto fue destruido accidentalmente.
En países como Alemania, Finlandia o Japón, estas normas están claramente establecidas. Por ejemplo, el Bundesbank acepta billetes si más de la mitad está intacta o si hay prueba suficiente de su destrucción. En el Bank of Japan, si un billete conserva más de dos tercios, se devuelve su valor completo; si está entre dos quintos y dos tercios, se reembolsa el 50 %.
Aun así, todos concuerdan con Juzėnienė. Y es que este metálico deteriorado nunca debe manipularse, especialmente si están dentro de recipientes de cristal o metal. En el caso del Banco de Lituania, los peritos especializados examinaron la tinta, los números de serie, la textura del papel y otros elementos de seguridad para autenticar cada fragmento.
La restauración manual es aún la norma, pero en algunos países y proyectos de investigación ya se están usando herramientas basadas en inteligencia artificial, capaces de reconstruir billetes a partir de fragmentos como si fueran un rompecabezas digital. Es el caso del proyecto europeo "SAFE", aún en fase experimental, que pretende reconocer e interpretar fragmentos de billetes dañados mediante el uso de redes neuronales convencionales, CNNs de sus siglas en inglés.
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Sin embargo, y a la espera de la evolución e innovación tecnológica, la mejor recomendación, además de las expuestas, es guardar el dinero en espacios seguros. Cada cual que considere el suyo a su forma, pero evidentemente, un horno o una chimenea no son los más adecuados.
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