‘Eris’ y ‘Pirola’, ¿debemos preocuparnos por las nuevas variantes de la COVID?
La OMS pide incrementar la vigilancia de las nuevas variantes ante los nuevos casos registrados, aunque destaca que se caracterizan por no causar síntomas de gravedad.
En las últimas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado cuenta del incremento de contagios por COVID causados por dos nuevas variantes. Por un lado, ‘Eris’ o EG.5, detectada inicialmente en China y Estados Unidos, aunque también se ha notificado en varios países europeos como España.
Los síntomas son similares a los de las variantes registradas anteriormente. Entre ellos se encuentran dolor de garganta, secreción nasal, congestión, tos y fiebre. En cuanto a sus características, cuenta con una mutación adicional F456L en la proteína espiga, un aspecto que le diferencia de sus antecesoras como Kraken según explicó días atrás el biólogo evolutivo, Ryan Gregory.
Por otra parte, está la variante ‘Pirola’, catalogada como sublinaje de Ómicron y detectada por primera vez en el mundo el pasado 13 de agosto. Declarada por la OMS como ‘variante en emergencia’ la semana pasada, esta variante tiene más de 30 cambios de aminoácidos en su proteína espiga en comparación con su siguiente ancestro más cercano, la subvariante BA.2 de ‘Ómicron’.
Detectada en países como Dinamarca, Israel, Reino Unido y Estados Unidos, entre sus síntomas destacan algunos como fiebre, congestión nasal, pérdida del gusto y del olfato, tos, molestias en la garganta, dolor de cabeza y fatiga. El biólogo del Departamento de Biología Integrada de la Universidad Canadiense de Guelph, en Ontario (Canadá), T. Ryan Gregory, detalló en sus redes sociales que “no hay forma de saber nada sobre los síntomas específicos de esta variante”.
“No se han registrado cambios en la gravedad”
Pese a este incremento de los contagios por coronavirus notificados en diferentes países, desde la OMS explicaron que, con las nuevas variantes Eris y Pirola, se caracterizan por no causar síntomas de gravedad. “Aunque EG.5 ha mostrado una mayor prevalencia, ventaja de crecimiento y propiedades de escape inmunitario, no se han registrado cambios en la gravedad de la enfermedad hasta la fecha”.
Asimismo, la OMS catalogó a ambas variantes como variantes “bajo vigilancia”, una etiqueta que insta a los países a monitorear y comunicar cualquier secuencia detectada. Además, desde el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se señaló que aún es “prematuro” establecer conclusiones sobre la gravedad y/o transmisibilidad de las variantes registradas.