El puente más largo del mundo
Se trata del Gran Puente de Dayang-Kunshan, en China. Cuenta con una longitud de 164,8 kilómetros y su construcción costó un total de 8.500 millones de dólares.
A lo largo de su historia, el ser humano ha construido numerosas megaestructuras que ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Desde redes ferroviarias y carreteras modernas, hasta grandes construcciones que hoy en día se consideran patrimonio universal, como la Gran Muralla China. Otro ejemplo de ello en este país es el Gran Puente de Dayang-Kunshan, considerado como el más largo del mundo.
Esta construcción también es conocida como el Puente del Lago Yangtsé y se encuentra al este de la provincia china de Jiangsu. Según recoge El Economista, tiene una longitud de 164,8 kilómetros y une las ciudades de Nankín y Shanghái. Esta gran estructura está ideada para soportar terremotos, tifones y otros desastres naturales, así como para sustentar trenes de altas velocidades que conectan Pekín con Shanghái y que llegan a alcanzar los 350 kilómetros por hora.
Una obra de 8.500 millones de dólares
Para construir esta maravilla de la ingeniería hicieron falta más de 10.000 personas como correspondiente mano de obra. Además, su construcción abarcó un periodo de cuatro años, de 2006 a 2010, aunque a ello hay que sumarle el año de más que tardó en inaugurarse. Así, en junio de 2011 este puente abrió sus puertas al tránsito público con una media de 30.000 vehículos diarios.
El coste total de la obra fue de 8.500 millones de dólares, lo que equivale a unos 51 millones por kilómetro. El tramo más complicado fue el del lago Chendong, puesto que los trabajadores tenían que operar sobre una enorme masa de agua. Por ello, colocaron más de dos mil pilotes de hormigón que, además de servir a la obra final, posibilitaron las labores de construcción.
Todo un reclamo turístico
El diseño de la instalación fue obra de China Road and Bridge Corporation (CRBC), una empresa líder en proyectos de ingeniería en el país y que está financiada por el Gobierno asiático. En este contexto, el puente tiene de media veinte metros de ancho y se levanta sobre vigas de cajón huecas, que aportan gran estabilidad a la estructura.
Debido a sus grandes dimensiones, este puente se ha convertido en un gran reclamo turístico. Miles de visitantes viajan a cualquiera de los puntos más populares de la obra para fotografiarlo. A las características sorprendentes de la estructura también acompaña el paisaje general que la rodea, en el que se pueden divisar pantanos, ríos o campos fluviales de arroz.
Además de ostentar el título del “puente más largo del mundo”, esta construcción también cuenta con otros récords mundiales. Por un lado, es considerado el “puente más alto en suspensión”, con 280 metros alimentados por sus dos grandes torres que de por sí miden 223 metros de altura. Finalmente, también es el puente más largo del mundo en tanto en cuanto cruza cuerpos de agua, desbancando así al Puente del Lago Pontchartrain en Estados Unidos.