El museo único en España y en Europa que se encuentra en un pueblo de Burgos
Santa Cruz de la Salceda, de apenas 140 habitantes, cuenta con el Museo de los Aromas, en el que uno puede disfrutar de más de 90 olores de diferentes tipos.


Como dice el refranero español, ‘las mejores esencias están en los tarros más pequeños’. Es lo que se puede decir del único museo olfativo no solo de España, sino también de Europa. Porque el Museo de los Aromas, lejos de encontrarse en un gran núcleo de población, se sitúa en un pequeño pueblo burgalés, Santa Cruz de la Salceda.
Con apenas 140 habitantes (que se quedan en la mitad en invierno, según cuentan a Diario AS en nuestra visita), este pueblo que forma parte de la Ruta del Vino Ribera del Duero puede presumir de tener un museo único en toda Europa. A través de diferentes estancias, uno puede deleitarse con nada menos que 92 aromas de diferentes tipologías.
Desde los aromas que nos podemos encontrar en la naturaleza, como las trufas o el cedro, pasando por algunos relacionados con la cocina, como especias, diferentes aceites e incluso un guiso, y algunos otros que nos transportan a tiempos en la escuela: el olor a la clásica goma de borrar o la tinta con la que se escribía hace décadas, entre otros.

Fragancias, alimentos (en la llamada ‘mesa mentirosa’, que nos invita a adivinar cuál es el que olemos, puesto que las etiquetas no están en su posición correcta), más recuerdos del pasado (alcanfor y polvos de talco, por poner algunos ejemplos) y, como no podía ser de otra forma, elementos y aromas que podemos encontrar en los vinos de la región de la Ribera del Duero.
Pero en este espacio también hay lugar para el humor, como unas escaleras en las que podemos encontrar el soneto satírico dedicado por Quevedo (Francisco, no Pedro) a la nariz de Luis de Góngora. O el menos conocido, también de Francisco de Quevedo, ‘Poema al pedo’. “El pedo es como un alma en pena que a veces sopla, que a veces truena, es como el agua que se desliza con mucha fuerza, con mucha prisa”, dice una parte de su letra.

Entrenamiento del olfato
Más allá del tiempo que uno pueda pasar allí, también es destacable su labor hacia la sociedad. Una labor que consiste en el entrenamiento del olfato, algo a destacar especialmente tras la llegada de la pandemia, cuando mucha gente perdió el sentido del olfato durante un tiempo (o que, incluso, no lo han recuperado plenamente).
Por ello, y según el caso, ofrecen un apoyo para intentar recuperar las capacidades olfativas. Para ello, ofrecen una gama de aceites esenciales para el entrenamiento diario del olfato, además de realizar un seguimiento mensual para comprobar la evolución.
Masterclass de torrijas
Durante nuestra visita a este pueblo burgalés también tenemos la oportunidad de probar un dulce típico de la Semana Santa: las torrijas.
Con la ayuda a Nuria Leal, que regenta el Hotel Rural Las Baronas y que en 2018 se alzó con el premio a la segunda mejor torrija de España, elaboramos esta popular receta con leche, pan, canela, ralladura de limón, azúcar y miel. Porque, como dice el eslogan de la Ruta del Vino, lo que ofrece es ‘Imposible de embotellar’.
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