Dr. David López: “En los últimos años ha aumentado el número de enfermedades mentales en jóvenes”

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre un 10 y un 20 por ciento de los adolescentes europeos sufren algún problema de salud mental o de comportamiento. La protección de la salud mental de nuestros jóvenes debería ser el pilar fundamental de cualquier sociedad que quiera labrar un buen futuro, ya que es en esta etapa donde se desarrollan hábitos sociales y emocionales de vital importancia para el bienestar mental presente y futuro.

En la actualidad, después de una pandemia, y con el auge de las redes sociales, es complicado mantener una buena salud mental porque los síntomas de la depresión, el aislamiento o los trastornos de conducta se han incrementado y agravado con estos factores. Un buen tratamiento a tiempo podría evitar complicaciones en el futuro, y es que, los adolescentes que padecen algún tipo de enfermedad mental son, según la OMS, más propensos de sufrir exclusión social, discriminación e incluso problemas de estigmatización dentro de la sociedad.

El Doctor David López Gómez, psiquiatra y director del centro madrileño de salud mental ‘menteAmente’, ha hablado con el Diario As expresando su preocupación sobre esta problemática que está en auge en los últimos años, insistiendo en que la detección precoz de los síntomas es el mejor remedio para evitar males mayores.

Pregunta: ¿Por qué es importante cuidar la salud mental desde las edades más tempranas?

Respuesta: La franja de edad en la que más trastornos mentales tienen su inicio es entre los 8 y los 15 años. Muchos de los trastornos que comienzan a esta edad perduran en la edad adulta. Cualquier estrategia de prevención tiene que tener muy en cuenta estas edades. Además, el tratamiento precoz en las fases iniciales está relacionado con un mejor pronóstico a largo plazo y mejor evolución de la enfermedad. Estos son los dos principales motivos por los que es importante cuidar la salud mental en la infancia.

P: ¿Cómo de preocupante es la salud mental en los jóvenes?

R: Las experiencias vividas en la infancia y en la juventud tienen una tremenda repercusión en la edad adulta. Por este motivo es crucial ocuparse de la salud mental de los jóvenes. Cuando algo nos preocupa es porque quizás no nos hemos ocupado de ello antes. Los profesionales de la salud mental llevamos años alertando de lo importante que es la prevención en etapas precoces del desarrollo y del poco peso que ha tenido en la sociedad y en la política.

P: ¿La pandemia ha aumentado el número de pacientes jóvenes?

R: La pandemia ha visibilizado los problemas de salud mental no solo por la explosión de casos que ha habido en los hospitales, especialmente con los adolescentes, sino también por cómo nos ha afectado a todos psicológicamente. Con las enfermedades solemos utilizar un mecanismo de defensa que se llama negación: consiste en no tener presente una realidad que nos dolería. Las personas podemos vivir tranquilas pensando que no vamos a enfermar o que no vamos a sufrir nunca una depresión. Creemos que eso les sucede solo a otras personas o que, incluso, podemos hacer por evitarlo. La pandemia nos mostró que no podemos esquivar la enfermedad, que es una lotería. Por supuesto, podemos evitar tener demasiadas papeletas, pero no podemos elegir no jugar.

P: ¿Es en la adolescencia donde surgen más enfermedades mentales?

R: Un estudio publicado en 2021 en la revista Molecular Psychiatry del grupo Nature concluyó que los problemas de salud mental comenzaron antes de los 14 años en una de cada tres personas. Este dato tiene en cuenta cualquier diagnóstico psiquiátrico: TOC, depresión, adicciones, TDAH, ansiedad, trastornos de personalidad, etc.

P: ¿Considera que en los últimos años han incrementado los trastornos de salud mental en jóvenes?

R: Los servicios de salud mental infanto-juvenil se han saturado en los últimos años hasta resultar muy insuficientes y no ha sido por un crecimiento demográfico precisamente. Tanto la impresión subjetiva de los que trabajan en centros sanitarios infanto-juveniles como los distintos estudios que se han publicado atestiguan el empeoramiento de la salud mental de los adolescentes. No solo han aumentado el número de casos, sino también la gravedad. Llama mucho la atención el incremento que ha habido en el número de intentos de suicidio entre esta población. En 2022 casi se llegaron a duplicar el número de intentos de suicidio con respecto a los años previos. Afortunadamente, el número de suicidios consumados se ha mantenido estable y no ha aumentado proporcionalmente.

P: ¿Cree usted que ese aumento puede deberse a las redes sociales?

R: No podemos culpar a las redes sociales de todo lo que está pasando. Si tuviera que elegir un factor precipitante me quedaría con la pandemia, sin duda.

Lo que sí podemos decir de las redes sociales a ciencia cierta es que su uso perjudicial puede actuar como un factor de estrés y provocar otros problemas de salud. Las redes sociales favorecen el sedentarismo y el aislamiento social, y su uso excesivo se ha relacionado con síntomas de depresión y ansiedad.

El uso problemático o perjudicial de las redes sociales no se mide exclusivamente por el tiempo que se pasa en ellas. Otros factores, como: la preocupación por su uso o por lo que se publica en ellas, cambios en el estado de ánimo motivados por la opinión de los demás sobre una publicación, síntomas de abstinencia o la imposibilidad de mantener una abstinencia voluntaria.

P: ¿Cómo de perjudiciales considera que son las redes sociales en términos psicológicos para los jóvenes?

R: Hemos visto que la relación entre redes sociales y depresión es bidireccional: las personas deprimidas usan más las redes sociales y usar las redes sociales puede promover el aumento de síntomas depresivos. Además de depresión, el uso de las redes sociales se ha relacionado con ansiedad, baja autoestima y soledad. Es posible que los jóvenes sean más vulnerables a estos problemas que los adultos.

Por otra parte, tenemos que admitir que las redes sociales se han convertido en un innegable medio de comunicación entre los jóvenes. No podemos privar a ningún adolescente el uso de esta forma de relacionarse con sus iguales. También tenemos que reconocer la labor de divulgación que hacen las redes sociales. Sabemos que muchos usuarios de redes sociales, adolescentes incluidos, buscan información sobre salud mental. Si bien es cierto que no todas las fuentes son fidedignas, muchos de nosotros (profesionales de la salud) dedicamos buena parte de nuestro tiempo libre a publicar artículos divulgativos en blogs y redes sociales. Por ejemplo, nuestra página web tiene un blog que es visitado por miles de usuarios cada día desde múltiples países hispanohablantes.

P: ¿Cuáles son las patologías de salud mental más frecuentes en jóvenes? ¿Hay alguna que sea derivada, especialmente, de las redes sociales?

R: Como decíamos anteriormente, la mayoría de los trastornos mentales se inician en la infancia o adolescencia y esto es así para cualquier trastorno mental. De manera que todas las patologías son posibles en la juventud. Depresión, ansiedad en sus diversas formas, TDAH, trastornos de comportamiento o de la conducta alimentaria son los más frecuentes.

Como decíamos antes la depresión, la ansiedad o la baja autoestima están muy ligadas al uso problemático de las redes sociales. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la adicción a los videojuegos. En múltiples foros se ha planteado la posibilidad de reconocer la adicción a las redes sociales como una entidad independiente. Quizás en los próximos años sea reconocida por la OMS.

P: ¿El tratamiento farmacológico o terapéutico es el mismo en jóvenes que en adultos?

R: Los tratamientos son los mismos en cuanto a que las dos principales opciones que disponemos son medicación y psicoterapia. Lo que resulta muy distinto es el abordaje. Por este motivo, se está trabajando en la actualidad sobre la idea de crear una especialidad médica de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia y otra en el caso de Psicología Clínica.

Nuestra especialidad se apoya en las relaciones humanas y todos sabemos que no es lo mismo dirigirse a un adulto que a un adolescente. Un psiquiatra infantil necesita unas herramientas, una formación y una experiencia específicas para dirigirse a los adolescentes. También necesita una formación específica para trabajar con los padres y el centro educativo.

P: ¿Cómo diferenciar si estamos ante un trastorno mental o simplemente es un ‘bajón puntual’?

R: Ante la duda, mejor consultar con un especialista. Igual que hacemos con cualquier dolor físico o mancha que nos salga en la piel.

La duración de los síntomas, así como su afectación en diversas áreas del funcionamiento de la persona son señales en las que debemos fijarnos. Un estado depresivo que dure más de dos semanas puede ser una depresión, por ejemplo. Un joven que se ausenta de la escuela, reduce su rendimiento académico o deja de salir con sus amigos puede hacernos sospechar de que algo no va bien.

P: ¿Existe algún tipo de prevención para evitar o prevenir estas patologías en jóvenes?

R: El abuso y el maltrato infantil son, en muchos casos, los principales factores de riesgo de desarrollar un trastorno mental. La detección precoz en la infancia y adolescencia sería otro factor muy importante. Por último, la prevención del consumo de sustancias adictivas que puedan precipitar o agravar trastornos subyacentes.