¿De qué murió Napoleón Bonaparte y quiénes fueron los médicos del ‘Pequeño Corso’?
El emperados francés falleció durante su exilio en la isla de Santa Elena y aún existen diferentes teorías sobre las causas que lo llevaron a la muerte
Las incógnitas alrededor de Napoleón Bonaparte han trascendido con el paso de los años de la mano de la propia figura del emperador. En paralelo a su gran fama como estratega militar, avalada por las conquistas que llevó a cabo con el imperio francés durante los primeros años del SXIX, existen grandes mitos alrededor de su figura, relacionados con su estatura, su procedencia o uno que mantiene vivas distintas teorías a día de hoy, y es el de su muerte.
¿De qué murió Napoleón Bonaparte?
El ‘Pequeño Corso’ falleció en la Isla de Santa Elena, durante su exilio, el 5 de mayo de 1821. La versión oficial en la autopsia que se le realizó tras su muerte, es que la causa fue un cáncer de estómago que padecía el emperador. Siete médicos diferentes avalaron esta teoría.
Con el paso de los años, se descubrió que el cadáver de Napoleón se mantenía sorprendentemente bien, por lo que se volvió a investigar sobre su fallecimiento y se realizó una nueva autopsia, proceso fundamentado principalmente en las sospechas y teorías sobre que su fallecimiento había sido provocado.
Napoleón se había ganado a lo largo de su vida muchos enemigos, entre ellos aquellos que le controlaban en su exilio en Santa Elena tras ser derrotado en la batalla de Waterloo, quiénes se convirtieron en el principal foco de sospechas sobre el fallecimiento del emperador francés. También se llegó a teorizar sobre que algunos de los propios hombres de la confianza de Napoleón provocasen su muerte, condenados a un exilio inevitable mientras el corso estuviese en vida, y además algunos de ellos herederos de la fortuna de su líder.
El resultado de la segunda autopsia a Napoleón, realizada años más tarde de su muerte, alimentó las conspiraciones ya existentes y añadió algunas nuevas alrededor de la defunción del mismo. El cabello del emperador tenía unos niveles de arsénico totalmente inusuales. Salieron a la palestra teorías alrededor de un fallo médico, ya que esta sustancia se utilizaba para tratar algunas enfermedades en la época y por supuesto de un envenenamiento provocado por sus enemigos.
Con el paso de los años la explicación al por qué del arsénico en el cuerpo de Napoleón que más fuerza ha cogido es la de el envenenamiento por respirar esta sustancia, paradójicamente, por una decisión del propio emperador, que mandó pintar las paredes de su estancia en el exilio de un pigmento, el verde de Scheele, que era su color favorito pero estaba compuesto de arsénico, lo que provoco al corso respirar esta sustancia prolongadamente haciendo cada vez más grave su estado.
¿Quiénes fueron los médicos del ‘Pequeño Corso’?
Francisno Antommarchi, compatriota corso de Napoleón, fue el médico personal del emperador en sus últimos años en el exilio, al que llegó ya enfermo y en el que su estado de salud fue decayendo hasta conducirlo a la muerte. Cuando en 1819 Antommarchi aterrizó en la isla, Napoleón ya veía de cerca el fallecimiento. El emperador nunca confió en las capacidades del doctor corso, pero aún así le confió el poder de realizar su autopsia, a fin de prevenir a su hijo de una enfermedad que el líder francés creía hereditaria.
De 1804 a 1814, la década en la que Napoleón fue emperador de Francia, el médico que fue asignado y atendió personalmente al ‘Pequeño Corso’ fue Jean-Nicolas Corvisart, un doctor francés que tuvo una prestigiosa carrera ganándose una gran reputación como cardiólogo y que falleció el mismo año que el emperador, apenas dos meses después.