Coca Cola pierde uno de sus refrescos estrella en Estados Unidos
La compañía dejará de tener el permiso de distribución del segundo refresco más venido en Estados Unidos.
Coca-Cola va a eliminar Dr Pepper, uno de sus sabores más reconocidos y populares, del canal de restauración y entretenimiento. La decisión supone un giro estratégico significativo en el modelo de negocio de la compañía, ya que afecta a espacios de alto consumo como cines, estadios y restaurantes donde el refresco era una opción habitual.
Según informa TheStreet, la retirada se debe a una disputa legal sobre los derechos de distribución de Dr Pepper, que ha llevado a una orden judicial obligando a Coca-Cola a dejar de ofrecer la bebida en determinados “food service venues” (recintos de restauración, entretenimiento y deporte). En su lugar, la empresa está impulsando Mr. Pibb, su alternativa propia, descrita como “intensamente sabrosa, picante y con nota de cereza”.
El canal de restauración, especialmente cines y estadios, representa un segmento clave de alto margen para el sector de bebidas. Por ello, la desaparición de un sabor emblemático como Dr Pepper podría tener un impacto tanto en la fidelidad del consumidor como en los ingresos. Coca-Cola ha declarado que está “revisando sus acuerdos de servicio alimentario” como parte de un proceso más amplio de reorganización.
La disputa legal entre Coca-Cola y Dr Pepper
El origen del conflicto se remonta a los complejos acuerdos de distribución que han vinculado a ambas compañías durante décadas en Estados Unidos.
Aunque Dr Pepper pertenece a Keurig Dr Pepper Inc., Coca-Cola poseía derechos limitados para vender y distribuir la bebida en determinados canales, como cines y locales de comida rápida, gracias a contratos firmados antes de la consolidación del mercado de refrescos. Con el tiempo, esos acuerdos se volvieron motivo de disputa, ya que Dr Pepper buscaba recuperar el control total sobre su marca en todos los puntos de venta.
Una reciente resolución judicial falló a favor de Keurig Dr Pepper, obligando a Coca-Cola a retirar el producto de los canales de restauración y entretenimiento donde aún mantenía presencia.
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Esta medida pone fin a una larga relación comercial entre ambas compañías y deja espacio para que Coca-Cola promocione Mr. Pibb como sustituto directo. Los expertos señalan que, más allá del aspecto legal, el caso refleja la intensa competencia en un sector donde la distribución, más que la producción, marca la diferencia en las ventas y la visibilidad de las marcas.
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