China excava un pozo de 11.000 metros de profundidad
El objetivo del gigante asiáticos es mejorar la capacidad de exploración, comprender mejor el subsuelo y encontrar recursos petroleros y gasíferos.
China ha comenzado esta semana la excavación de un pozo de 11.100 metros de profundidad que será como taladrar en la historia: el agujero traspasará más de 10 estratos continentales y alcanzará rocas de unos 145 millones de años de antigüedad, pertenecientes al sistema cretácico de la corteza terrestre.
El proyecto se lleva a cabo en la cuenca del río Tarim, dentro de la región de Xinjiang (oeste del país), y será una operación tan delicada que algunos científicos de la Academia China de Ingeniería lo comparan como si un “gran camión” condujese “sobre dos finos cables de acero”. El objetivo de China es mejorar su capacidad de exploración y el conocimiento del subsuelo, pero también encontrar petróleo y gas, según explica en un vídeo citado por Vice el científico Lyu Xiaogang, de la Corporación Nacional de Petróleo de China.
La cuenca se caracteriza por sus ricos recursos petroleros y gasíferos, pero también por ser una de las áreas más difíciles de explorar por sus complejas condiciones terrestres y subterráneas.
De hecho, la refinería de petróleo estatal Sinopec forma parte del proyecto, en el que se utilizarán brocas y tubos de perforación que pesan más de 2.000 toneladas. Una vez finalizado, se convertirá en el segundo agujero excavado por el humano más profundo del mundo, solo por detrás del agujero de Kola (Rusia, 12,2 kilómetros).
Según explica a ABC Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), la profundidad propuesta por China es “extraordinaria” si lo comparamos con los entre 1.000 y 1.600 metros de profundidad que tienen de media los sondeos petroleros.
Petición expresa de Xi Jinping
El proyecto se enmarca dentro de las exigencias del presidente chino, Xi Jinping, que hace dos años pidió más esfuerzos en la exploración profunda del subsuelo, una práctica que, según Bloomberg, puede ayudar a localizar e identificar recursos minerales y energéticos. Al mismo tiempo, contribuye a mitigar los riesgos relacionados con catástrofes medioambientales como erupciones o terremotos. Según Regueiro, la temperatura creciente de la corteza terrestre será una de las principales dificultades.
“Proporciona un hito en la exploración de la Tierra profunda de China, brindando una oportunidad sin precedentes para estudiar áreas del planeta en las profundidades de la superficie”, ha asegurado uno de los científicos. Se prevé que la excavación finalice en 457 días.