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Capturado un lince ibérico en Úbeda

El felino fue avistado por primera vez el jueves cerca del cementerio. Al día siguiente apareció subido a un árbol en una parcela, donde fue disparado con un dardo tranquilizante y rescatado.

Capturado un lince ibérico en Úbeda
Ayuntamiento de Úbeda

La península ibérica está colmada de leyendas e historias que enriquecen la cultura y el patrimonio de España y Portugal. Algunas se adentran en la ficción y otras son gestas tan reales como el primer rayo de sol que interrumpe el sueño por la mañana. Aunque muchas veces se tiende a pensar que el ser humano es el protagonista irremediable de estos relatos, no siempre recae en el hombre el foco de atención.

Sin ir más lejos, uno de los mayores milagros científicos y naturales está representado por un felino: el lince ibérico ‘ha revivido’ en el presente siglo, llegando a aumentar su población de 194 a 1365 en tan solo dos décadas. Este aumento es el caldo de cultivo que favorece la aparición de anécdotas extravagantes. Como encontrarte un lince reposando subido a un árbol de tu jardín. Esta es la historia, literalmente, de un lince que se perdió por los cerros de Úbeda.

Así ha ocurrido. Los vecinos de Úbeda no daban crédito. El jueves se dio la voz de alarma: se ha visto un lince merodeando por el cementerio. Curiosa estampa. Entonces, la concejala ubetense de Medio Ambiente, María del Carmen García, desplegó el dispositivo preparado para estas ocasiones, organizado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. No duró mucho el misterio. A mediodía del viernes apareció encaramado en un árbol dentro de una de las parcelas que componen armoniosamente la línea de chalés de la Colonia de San Rafael.

Éxito en el rescate

Atraparlo fue otra historia. Los miembros del programa de conservación de este animal, preparados específicamente para la protección de esta especie en peligro de extinción, colocaron trampas con conejos. Por si no iba bien, tal y como concretó la edil de la localidad, se contactó con una veterinaria de Huelva para “ponerle un dardo tranquilizante con todas las cautelas porque tenemos también que tener cuidado para que el animal cuando caiga, si no lo hace por su propio pie, del árbol, que no sufra ningún daño”.

Esta operación ha contado con la bendición de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, quien “ha puesto en marcha un dispositivo y ha trasladado a miembros del Equipo Lince, expertos en la conservación del lince en la provincia”. Al principio no bajaba a comer, al parecer “un poco afectado por la presencia de personas”, y, tras sopesar la situación, se decidió disparar el dardo. Misión cumplida.

Lo que sí se ha podido hacer desde un primer momento es descartar su procedencia. La localidad ubetense está situada en el Valle de Guarrizas, la segunda área con mayor población de linces. Sin embargo, este felino no ha resultado ser andaluz. “Es un lince que parece, según nos dicen los técnicos, que no es de la comunidad andaluza. Tiene su collar y ahora mismo, como no se puede acceder a él porque está lejos, cuando consigamos que baje o se pueda acceder a él, veremos de dónde es”, apunta la concejala. Desenlace correcto para una curiosa historia, cuyo protagonista no es un ser humano, sino el animal que mejor encarna la ‘resurrección’ de una especie en la península ibérica.