Alerta alimentaria por un lote de gambas de Marruecos que fueron exportadas a España

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) ha emitido hace varias horas una alerta, a través de las redes sociales, sobre un lote de gambas marroquíes contaminadas que han sido exportadas a España desde el país vecino.

Al parecer, el lote de gambas (Parapenaeus longirostris) supera el límite de sulfitos permitidos. A pesar de que la alerta fue lanzada la semana pasada, este viernes ha sido actualizada por las autoridades europeas, las cuales han informado de que el lote procedente de Marruecos ha sido detectado en la frontera.

Análisis

Según el exhaustivo análisis de las muestras, las gambas contenían una alta concentración de sulfitos de 339 +- 12% mg/kg - ppm, muy por encima de los 150 mg/kg - ppm que establece el límite legal autorizado por la Unión Europea (UE).

¿Y a qué hace referencia este término? Pues bien, está claro: los sulfitos son unas sales inorgánicas que se utilizan como aditivos alimentarios. De hecho, están presentes en nuestro cuerpo y también en muchos alimentos como agregados durante la fermentación.

Efectos

Derivados del azufre, poseen propiedades conservantes, antifúngicas, antimicrobianas y antioxidantes. Principalmente, se usan en esta industria como conservantes que previenen el deterioro, la fermentación no deseada y la oxidación, y, además, brindan protección contra las bacterias.

Entre otras cosas, la ingesta de sulfitos puede provocar algunas reacciones similares a las de las alergias. Las más habituales que padecen las personas hipersensibles a los sulfitos incluyen sofocos, aceleración de los latidos cardíacos, sibilancias, urticaria, mareos, malestar estomacal y diarrea, desmayo, hormigueo o dificultad para tragar.

Normativa

Por si fuera poco, los sulfitos pueden agravar los síntomas del asma en un pequeño número de personas (3-10 % de los asmáticos tienen reacciones adversas después de ingerir sulfitos) y ocasionar graves molestias digestivas y/o cutáneas.

En la UE, cabe destacar, existe una normativa que determina cómo y cuándo es posible agregar sulfitos a los alimentos y en qué cantidades. Y no solo eso: es obligatorio que la etiqueta muestre con claridad la leyenda “contiene sulfitos” indicando su función (antioxidante o conservante).

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