Adiós a la lira de Asad: Siria cambia de moneda
La nueva moneda entrará en circulación el 1 de enero. Elimina dos ceros y retira los rostros de la familia Al Asad de los billetes.
Siria retira su antigua moneda y da paso al inicio de una “nueva era” política y económica. Tras la caída del régimen de Bashar al-Asad hace poco más de un año, la transición del nuevo gobierno sirio pone en circulación una nueva moneda que elimina ceros y retira el rostro de la familia Al Asad.
El cambio de diseño fue presentado este lunes en la capital, Damasco, y simboliza un gran avance en su etapa posrégimen. Para muchos resulta un alivio psicológico tras más de una década en guerra; pero también temen su impacto real en la economía del país, que se encuentra profundamente dañada.
El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, llevó a cabo el anuncio en el Palacio de Conferencias en compañía del gobernador del Banco Central, Abdelkader Husrieh, e insistió en que la nueva divisa marca “el final de una era pasada y no lamentada”, alejándose de la “veneración individual” que caracterizaba a los billetes durante el régimen.
Redefinir la identidad nacional
Los nuevos billetes comenzarán a circular oficialmente el 1 de enero de 2026. Los diseños incorporan colores más vivos y referencias a elementos tradicionales del país, como el trigo, las aceitunas o los cítricos.
Este cambio evidencia la voluntad del nuevo gobierno de dejar tras una oscura etapa. Según Al Sharaa, el diseño busca “revivir la memoria histórica de los bienes que originalmente estaban disponibles en Siria”.
Más allá del diseño simbólico, los nuevos billetes introducen un cambio técnico importante: la eliminación de dos ceros. La nueva lira siria se emitirá en denominaciones de 10, 25, 50, 100, 200 y 500, lo que reducirá drásticamente la cantidad de efectivo necesaria en las transacciones diarias de los ciudadanos.
Lo que ante suponía llevar encima millones de liras para hacer la compra en el mercado, ahora podrá comprarse con un billete de 50 (antes 5.000 liras). Sin embargo, un cambio nominal no equivale a una recuperación automática del sistema económico. El mismo Al Sharaa reconoció: “Sustituir la moneda no significa necesariamente mejorar la economía”.
Por su parte, el Banco Central ha establecido un periodo de coexistencia de 90 días, prorrogable, en los que ambas monedas, la antigua y la nueva, circularán simultáneamente. Este periodo permitirá la adaptación paulatina de la población. El cambio será gratuito, quedando prohibido cobrar cualquier comisión.
No obstante, el propio gobierno reconoce que la profunda reforma del sistema económico no se centra en el cambio nominal, sino que dependerá de “aumentar la producción y reducir el desempleo”, que ha quedado hundido tras 14 años de conflicto permanente.
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