Seguidores de Bolsonaro toman el Congreso de Brasil
El expresidente Jair Bolsonaro hace una tibia condena de lo ocurrido. El actual mandatario, Lula da Silva, ordena la intervención federal de Brasilia.
De forma similar a lo ocurrido hace dos años, cuando cientos de seguidores de Donald Trump intentaron tomar el Capitolio de Estados Unidos, en la tarde de hoy un numeroso grupo de fieles de Jair Bolsonaro ha invadido la sede del Congreso Nacional en Brasilia. El hecho ha tenido lugar durante una manifestación que pide una intervención militar para derrocar al actual presidente, Lula da Silva.
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El grupo, a favor de las tesis golpistas, logró superar en su avance una barrera policial antes de subir la rampa que da acceso al tejado de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado. Algunos, incluso, entraron en el interior de la sede legislativa. Los extremistas, en su mayoría ataviados con camisetas verdes y amarillas y banderas de Brasil, arremetieron contra vehículos de la Policía Legislativa, la encargada de velar por la seguridad al Congreso.
Los manifestantes destruyeron también barreras de protección, además de enfrentarse con palos a los agentes que trataron de contener su entrada. Lula, quien asumió la presidencia del país el pasado 1 de enero, se encuentra actualmente en la ciudad de Araraquara, en Sao Paulo. Tras el asalto al Congreso, algunos se han dirigido al Palacio del Planalto, la sede del Ejecutivo y la corte Suprema, con el objetivo de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Acampada frente al cuartel
Tras las pasadas elecciones, centenares de fieles del expresidente Jair Bolsonaro se encuentran acampados frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia. Desde el pasado 30 de octubre permanecen allí estos seguidores radicales, que en los últimos meses se han ido multiplicando por todo el país. Dichos campamentos se empezaron a desmontar el pasado viernes en Belo Horizonte, donde se vieron algunos disturbios.
Después de la victoria de Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones (con un 50,9% de los votos), celebrada el pasado 30 de octubre, los seguidores de Bolsonaro han acampado en las afueras de los diferentes cuarteles del Ejército. Ante de este suceso, Bolsonaro dijo en sus redes sociales que los opositores deberán esperar hasta el año 2026, cuando se celebren las próximas elecciones, de igual forma que el actual Gobierno esperó entre 2018 y 2022.
Lula responsabiliza a Bolsonaro y ordena la intervención de Brasilia
Tras el asalto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha responsabilizado directamente al expresidente Jair Bolsonaro del asalto de este domingo. “Aprovecharon el silencio dominical, cuando aún estábamos constituyendo el Gobierno, para hacer lo que hicieron. Hay varios discursos del expresidente animando a ello y esto también es responsabilidad suya y de los partidos que le apoyaron”, ha indicado.
“Esa gente que llamamos fascistas invadió el Congreso Nacional, la Corte Suprema y el Palacio del Planalto. Todas las personas que hicieron esto serán encontradas y castigadas”, ha continuado, para después confirmar que vuelve a la capital. “Voy a volver a Brasilia a visitar los tres palacios y vamos a intentar descubrir quién ha financiado todo esto. Investigaremos también si alguien del Gobierno federal está metido en esto. Todo el mundo sabe que hay discursos del expresidente Bolsonaro estimulando lo ocurrido y él es responsable”, ha agregado.
Así, el presidente de Brasil ha ordenado la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia tras el caos provocado por miles de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro después de celebrar una reunión de emergencia con sus ministros para tratar la situación en Brasilia. Asimismo, la Corte Suprema del país ha decidido apartar de su cargo al gobernador de la capital, Ibaneis Rocha, durante 90 días.
Bolsonaro se pronuncia tras lo ocurrido
El expresidente brasileño envió un mensaje a través de su cuanta de Twitter, en el que rechaza cualquier “invasión” a un edifico público como lo ocurrido este domingo. “Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, escribió.
Además agregó que a lo largo de su mandato “siempre he estado dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”.