Ruteon publica una entrevista inédita del periodista David Beriain: “Esta profesión te va a manchar”

En la misma puerta de la Academia de Cine de Madrid, la institución que cada año se viste de largo y otorga los premios Goya, ha aparcado un coche todoterreno de color gris con las ruedas manchadas de barro y una tienda de campaña en su techo. Hay muchos atuendos elegantes, trajes y vestidos, escondiendo al animal interior de los asistentes, que antes de entrar en la Academia ya se están intercambiando historias lejanas. Ellos también son todoterrenos, engalanados, con muchos kilómetros recorridos, que circulan por la ciudad con las ruedas manchadas de barro.

“Este verano hicimos el Camino de Santiago”, “Nos encantó la Toscana”, “¡Pues nos vamos a Arabia Saudí!”, “¿Recuerdas a aquellos ingleses que conocimos?”. La Academia de Cine acogió este sábado la primera Gala de Exploradores, organizada por Ruteon, para reunir a viajeros, exploradores, productoras y creadores de contenido de nuestro país. Hay un hombre, Antonio de la Rosa, premiado en el evento, que navegó a remo y a vela el mar de Hoces, esa porción de agua que separa Sudamérica de la Antártida. Hay un científico español que tiene una isla a su nombre en el continente helado, una egiptóloga que desentierra momias y un chico que cenó con la familia del Chapo Guzmán. Pero si alguien estuvo presente, ese fue David Beriain. “La fecha de la Gala de Exploradores no es casual. Dos años sin Roberto y David”, escribió este miércoles en sus redes Ruteon, justo cuando se cumplen dos años del asesinato del periodista navarro y del cámara Roberto Fraile en Burkina Faso, donde grababan un documental sobre la caza furtiva.

No es casualidad porque Ruteon proyectó en la sala de cine una entrevista inédita a Beriain. Entonces se hizo el silencio y se dejó que Beriain fuera quien contase las historias más lejanas. El navarro fue un reportero y periodista especializado en conflictos armados. Convivió con criminales y asesinos, pero no juzgaba: “El reportero no juzga, va, cuenta y escucha”. Al personal de su productora, 93Metros, les tamblaba la voz cuando salieron a recoger el premio que lleva el nombre del periodista. Uno de ellos avisó, antes de hablar, de que quizás no podría terminar su intervención. Hubo llanto y alegría por el recuerdo de Beriain, que habló a todos los espectadores sobre las crueldades que vio, del lado más oscuro de la humanidad.

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Las atrocidades de la guerra: “Esta profesión te va a manchar”

¿Y qué es aquello que ve el reportero de conflictos, para que el inconsciente pueda llegar a matarlo? En la entrevista, Beriain repetía el “abismo y la ambigüedad moral” al que está sometido el profesional. Porque en ese oficio, “si lo haces bien te acabas manchando”. Por ser testigo de lo que ocurre y ver las atrocidades que se producen en una guerra. “Hay que tener muy claro que por lo que ves, por lo que participas, por las personas con las que hablas y por el abismo moral al que te asomas, esta profesión te va a manchar”. Y dio un ejemplo.

Voy a contar una anécdota para que veáis que no me salvo de todas las críticas que hago. Voy a contar una de mis atrocidades. [...] En 2007 acompañé a una unidad norteamericana a entrar a una ciudad de Irak que estaba tomada por Al Qaeda. En un momento dado, subí con una unidad a un tejado. Alguien creyó ver al fondo a una persona que ponía una bomba, de esas que mataban a sus compañeros. El diálogo fue el siguiente:

- Oye, yo creo que está poniendo una bomba. ¿Tú crees…?

- No sé, mira tú.

El teniente entonces les dijo: ‘si creéis que está haciendo algo malo y lo estáis viendo, ya sabéis lo que tenéis que hacer’. Yo grababa, y en menos de un minuto se tomó la decisión de matarlo, y lo mataron. Mi cámara grabó la decisión de matar a alguien y la ejecución de matar a alguien. Cuando el tipo que apretó el gatilló terminó, se despegó de la pared y empezó a andar en círculos para canalizar el subidón que tenía. Un amigo mío lo llama el orgasmo de matar. Y yo pensé, ‘qué puto animal’, hasta que me di cuenta que yo también era ese animal. No había matado a nadie, pero sí había cazado ese día, estaba ahí detrás, tenía la imagen.

“Va a haber cosas que se te van a quedar clavadas en el alma como chinchetas”

“Va a haber cosas que se te van a quedar clavadas en el alma como chinchetas. A lo mejor no te matan, pero te van a provocar un dolor sordo, un dolor con el que tienes que vivir y es el precio de hacer lo que haces. Y es mejor no menospreciarlo, sino conocerlo. Hay que pasarlo al lado consciente del cerebro, porque si se queda en el inconsciente, no sabes que son chinchetas, y entonces sí que te puede matar”. Con un pinchazo en el pecho, el público rompió a aplaudir. Diego Cortijo, explorador, fundador de Ruteon y organizador de la gala, se puso en pie cuando las luces volvieron a encenderse y revelaron los ojos embarrados de los asistentes, los rostros colorados y pañuelos arrugados. “¿Quiere decir eso que yo tengo todo en el lado consciente? No. ¿Quiere decir eso que tenga la conciencia tranquila? Bueno, no creo que ninguna persona racional y honesta consigo misma tenga la conciencia tranquila”, finalizaba Beriain la entrevista con una sonrisa congelante.