Rusia encuentra un problema en el mar
Moscú necesita grandes petroleros (VLCC) en lugar de oleoductos o pequeños barcos. Esto, además de evidenciar las carencias de la ‘flota fantasma’ rusa, supone también una amenaza para el comercio mundial.
En los últimos meses, el esfuerzo de las empresas rusas ha sido gigante comprando y alquilando embarcaciones de tamaño pequeño y medio. No obstante, todo este esfuerzo podría ser insuficiente, según el estratega petrolero de Bloomberg, Julian Lee.
Tras la prohibición de casi todas las importaciones de crudo por vía marítima desde Rusia en diciembre, Moscú se vio en la obligación de desviar los envíos misiles de millas hacia China e India. En la actualidad, para que estas operaciones tengan rentabilidad, Moscú necesita grandes petroleros (VLCC) en lugar de oleoductos o pequeños barcos.
Supone una amenaza para el comercio mundial
Y es que llevar el crudo en pequeños barcos a miles de kilómetros no es rentable ni eficiente. Esto, además de evidenciar las carencias de la ‘flota fantasma’ rusa, supone también una amenaza para el comercio mundial. Por todo ello, Rusia vuelve a depender cada vez más de los buques de propiedad europea.
Esto adquiere especial relevancia cuando se tiene en cuenta que tienen prohibido transportar petróleo ruso, y no pueden obtener un seguro para hacerlo, si la carga cuesta más de 60 dólares por barril. A día de hoy, Rusia sigue actuando como si fuera a exportar grandes cantidades de crudo este año.
Particularidades
De hecho, su inversión en exploración y perforación en 2022 ha sido la mayor en una década. La profundidad de la flota rusa no se ha podido comprobar hasta que las sanciones no han entrado por completo en vigor y Rusia se ha visto en la tesitura de tener que depender solo de sus barcos y de los otros países aliados.
Todo parece indicar que Rusia no podrá enviar todo el petróleo que quiere si no cumple las sanciones europeas. Este país podrá utilizar las navieras y las empresas occidentales siempre que el petróleo se venda por debajo de 60 dólares. En este contexto, el precio del petróleo cotiza por debajo de los 85 dólares, mientras que el barril de los Urales tiene un descuento de 30 dólares respecto al Brent.
Dependencia de los barcos de Rusia
Antes de que se introdujera la prohibición de las importaciones del petróleo crudo de la Unión Europea y el tope de precios del G7 que la acompañaba, casi la mitad de las exportaciones de crudo de Rusia desde sus puertos occidentales se transportaban en barcos propiedad de empresas europeas.
No obstante, esta unión entre las empresas europeas y el petróleo ruso se cayó a aproximadamente una cuarta parte en el primer mes después de que las sanciones entraran en vigor el pasado 5 de diciembre. Así, el transporte ruso comenzó a tener dependencia de los propios barcos de Rusia y los barcos de flota en la sombra. En su mayoría, estos han demostrado tener otras prioridades.