Quién es Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar: ¿en cuánto se estima su fortuna?
Descubre quién se esconde detrás del país organizador del Mundial: uno de los hombres más poderosos de Oriente Medio.
El Mundial de fútbol 2022, que dará comienzo hoy con el partido inaugural entre Ecuador y el país organizador, Qatar, y que ha levantado gran polémica por todo lo que rodea, se presenta al mundo en uno de los estados más ricos del planeta. Su líder, el emir de Qatar, y perteneciente a la casa real qatarí es Tamim bin Hamad Al Thani, una de las personas más poderosas de Oriente Medio y que cuenta con un enorme patrimonio.
El apellido Al Thani les resultará familiar, en especial a los aficionados del Málaga C.F, por su presidente, Abdullah ben Nasser Al Thani. El dueño de la entidad malagueña forma parte de la casa real de Qatar y por tanto, es pariente cercano del emir.
Pero, ¿quién se esconde detrás de uno de los países más ricos del mundo en cuanto a reservas de petróleo?
Él es Tamim bin Hamad Al Thani, nacido en Doha hace 42 años e hijo de Hamad bin Jalifa Al Thani, antiguo emir. Llegó al más alto cargo nacional con 33 años, pero debido a la poca transparencia ofrecida por el país respecto a todo lo relacionado con la política y los dirigentes que mandan en el emirato, es complicado conocer en profundidad lo que rodea al emirato asiático. Pese a ello, se estima que el patrimonio personal del emir oscila entre los 2.100 y 2.500 millones de euros, según varios rankings internacionales.
A pesar de controlar estas cantidades de dinero, es complicado establecer cuáles son las fuentes reales de ingreso y qué incidencia tendrá el Mundial en su patrimonio. En un alto porcentaje, esta riqueza se debe a bienes inmuebles y mobiliario, como puede ser su jet privado o las obras de arte que conserva.
El Mundial, un proyecto heredado
Su patrimonio también se ve incrementado por sus participaciones en empresas y constructoras del país de todo tipo. Como ejemplo, se encuentra el fondo del Estado de Qatar Qatar Investment Authority (QIA), controlado por la familia real, por lo que se antoja casi imposible discernir a cuanto puede ascender la cifra, ya que se desconoce hasta qué punto el emir puede disponer de estos fondos.
Al contrario de lo que se piensa, el Mundial de fútbol no responde a una aspiración personal sino que se trata de un proyecto de su padre, iniciado hace más de una década. Pese a ello, la inversión llevada a cabo por el emir ha sido mayor a la de su padre, aunque esto no se sabe si se debe a su propia ambición personal o por el contrario, si lo ha hecho para lograr que la celebración de la copa del mundo sea un éxito.
En definitiva y pese a la opacidad en cuanto a datos e información en lo que al emirato se refiere, se puede concluir que Hamad Al Thani no es uno de los emires con mayor patrimonio pero sí de los más poderosos de Oriente Medio.