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Qué es una recesión técnica, cuándo se entra y cuál fue la última vez que pasó en España

Una recesión técnica es cuando se contrae el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos trimestres consecutivos en la economía de un país.

Qué es una recesión técnica, cuándo se entra y cuál fue la última vez que pasó en España
Pixabay

El jefe del Banco Mundial, David Malpass, advirtió hace unos días que es difícil ver “cómo evitamos una recesión”, a medida que aumenta el precio de la energía, los alimentos y los fertilizantes en todo el mundo, y la llega del invierno en el hemisferio norte puede afectar y mucho la distribución y los gastos energéticos.

También ha sido clara la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien afirmó que “el horizonte se ha oscurecido”, en relación a las expectativas de futuro para las diferentes economías. Justo esta mañana el banco Credit Suisse ha confirmado que hasta 2025 se van a despedir a 9 mil trabajadores. Un golpe más a una entidad que está en serios apuros.

Recesión técnica

Una recesión técnica es cuando se contrae el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos trimestres consecutivos en la economía de un país. Es un indicador fundamental para los bancos centrales, junto con la inflación, ya que es cuando consideran subir o bajar las tasas de interés.

El Banco Mundial o el FMI consideran una recesión global cuando un año en el que un ciudadano global promedio experimenta una caída en sus ingresos reales. Entre esas profundas contracciones económicas globales de las últimas décadas destacan las de 1975, 1982, 1991, 2009 y la recesión por la pandemia de 2020.

Precisamente ayer la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal cree que con los datos actuales, la economía española podría entrar en recesión técnica. Según AIReF, el PIB se estancará ya en el tercer trimestre, con un crecimiento que podría ser “muy levemente positivo”. Y para final de año, en el cuarto trimestre, la economía entraría en terreno negativo, con una caída que podría rondar entre el 0,2 y el 0,3% que se prolongaría también al primer trimestre del año próximo.

La recesión técnica implicaría unas condiciones distintas referidas al tiempo y magnitud de los datos económicos. En cambio una recesión afectaría todos los factores productivos por igual: las empresas, los trabajadores, los consumidores y los clientes. La recesión tiene un impacto negativo en la generación de empleos y en la disponibilidad de dinero entre la población.

Recesión en España

Según datos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la crisis económica española iniciada en 2008 y concluida en el año 2014, fue el último momento de recesión en España. La recesión comienza cuando la economía alcanza su máximo y terminaría cuando alcanza su mínimo. Entre el mínimo y el máximo, la economía se hallaría en expansión. El fin de la recesión se marca cuando vuelve a registrarse crecimiento en la economía.

Qué pasará este otoño en España

Según nos han contado a Diario AS Ignacio Vasallo, senior director de servicios financieros para España y Latam de Simon-Kucher & Partners, y Javier Moya consultor de Simon-Kucher & Partners, sobre la situación económica que llegará, “incertidumbre e inestabilidad son los dos términos que mejor resumen estos meses que están por venir. Estamos en lo que todo el mundo define como el preámbulo de una crisis que nadie sabe con certeza cuándo va a estallar y en medio de todo esto la volatilidad se traslada a los mercados de deuda, de renta variable y de divisas”, nos cuentan.

“Los bancos centrales actúan mediante subidas de tipos muy agresivas, en Estados Unidos, y más conservadoras debido al mayor número de variables presentes en la ecuación, en Europa. Sin embargo, las familias siguen sufriendo notables pérdidas de poder adquisitivo y ya se vislumbra la temida caída del consumo que acabaría de decretar el comienzo de la crisis”, detallan.

“Todo esto con la inestabilidad que genera en los mercados la guerra de Ucrania y los problemas energéticos y de suministros que se avecinen en invierno. En definitiva, un entorno inestable e incierto donde las empresas temen que sus cuentas de resultados reflejen la temida caída del consumo que, a día de hoy, parece inevitable”.