La inteligencia británica apunta el motivo por el que Putin cancela su tradicional mensaje de final de año

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no ejecutará una conferencia de prensa de fin de año por primera vez en al menos una década. Las autoridades rusas han informado, además, que no tendrá lugar hasta pasado el Año Nuevo, donde está previsto que el mandatario atienda a los medios de comunicación para exhibir su opinión sobre multitud de cuestiones.

Los observadores del Kremlin aprecian esto como una ruptura con el protocolo debido a su guerra en Ucrania iniciada el pasado mes de febrero. De hecho, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha puntualizado que las fechas de estos eventos serán anunciadas después de que se fije la fecha en la que Putin se dirigirá a la Asamblea General, según informaciones de la agencia de noticias TASS.

Gran oportunidad para mejorar su imagen

“En relación con la rueda de prensa anual sí, no habrá una hasta Año Nuevo, pero esperamos que el presidente encuentre un momento para hablar con los periodistas antes de eso, tal y como hace regularmente, incluso cuando se producen visitas de mandatarios extranjeros”, indicó de manera contundente Peskov.

Sin embargo, tampoco ha hablado de la fecha en que Putin hablará ante el Congreso y ha insistido en que “se notificará a su debido tiempo”. Y es que las conferencias de prensa son una gran oportunidad, tradicionalmente, para que el presidente mejore su imagen a nivel nacional e internacional.

La inteligencia británica apunta el motivo

Ha sido la inteligencia británica la que ha apuntado el motivo de la cancelación del tradicional mensaje de Putin de finales de año. El Ministerio de Defensa del Reino Unido lo achaca a la preocupación de Moscú ante un creciente sentimiento antibélico entre la población. Es la primera vez en 10 años que el presidente ruso no dará la rueda de prensa anual.

Desaparecido del panorama público

En años anteriores, por ejemplo, el mandatario ruso se limitó durante gran parte del evento a responder preguntas blandas de periodistas locales, incluidos algunos disfrazados. De la misma manera, este rechazó cualquier pregunta incómoda de los medios extranjeros que pudiera ponerle en algún compromiso, lo que permitió que su administración presumiera de transparencia.

Durante varios días seguidos Putin ha desaparecido de la escena pública, lo que a veces ha dado lugar a bromas de que el mandatario ruso se esconde en un “búnker”. Es por ello que su administración se ha tenido que enfrentar a preguntas controvertidas sobre su estrategia para la guerra, retiros militares o una movilización masiva, entre otras.

“Rusia no amenaza a nadie”

Las ruedas de prensa anuales del presidente ruso, a las que se acreditan más de mil periodistas, habitualmente duran varias horas y son transmitidas en directo por la televisión. “Rusia no amenaza a nadie”, transmitió Putin en su anterior gran conferencia de prensa, el 23 de diciembre del año pasado, tras responder una pregunta de un periodista occidental sobre una posible invasión rusa a Ucrania.

En esa ocasión, dos meses antes del comienzo de la campaña militar rusa en Ucrania que él ordenó, era Putin el encargado de exigir garantías de seguridad ante las supuestas amenazas de Estados Unidos que, aseveró, había desplegado misiles cerca de la frontera rusa, como lo hiciera la Unión Soviética con Cuba en 1962.