¿Por qué se le llamaba “rubia” a la moneda de una peseta en España en la República?
El dinero se ha fabricado con diferentes metales desde el principio de la historia, algunos muy particulares. La “rubia” fue la primera fundida con latón.
Antes de la llegada del euro a la cartera de los españoles, los pagos se hacían con la moneda más maja que se recuerda: la peseta. Su vida útil duró desde 1868 hasta 2001, y en ese periodo de 133 años su forma fue cambiando en función de la realidad nacional que le tocase atravesar.
La peseta, que acogió ese nombre por la familiaridad de su uso, tuvo en un inicio la personificación femenina de Hispania recostada sobre los Pirineos como símbolo. La moneda podía estar acuñada en cobre, plata u oro en función del valor que portase.
Con el tiempo, algunos metales se desvanecieron de las fundiciones numismáticas. El oro dejó de acuñarse en 1904, y el metal en 1933. Eran los años de la República, y el hierro apareció como una de las alternativas para su creación. Sin embargo, la popularidad recayó en una moneda de tan solo una peseta que nació en 1937: La Rubia.
Primera moneda fundida con latón
Esta moneda estaba creada fundida con latón, lo que le daba un color amarillo inconfundible. En el anverso tenía el valor monetario, un racimo de uvas y el año de acuñación; en el reverso se dejaba ver una alegoría de la República con el nombre del Estado. Todo esto en conjunto se decía que era la perdición del hombre, ya que era una delicia económica que algo tan pequeño englobase el dinero, la mujer y el vino.
Al haberse fundido con latón, eso le dio, como decimos un color amarillo muy característico y muy diferente al resto de monedas, por lo que rápido entre la sociedad se le empezó a llamar cariñosamente como rubia. Es la primera moneda que se acuñó en España que está fundida por un valor precioso.
Algunas alcanzan un valor de 1.400 euros
Estas monedas se hicieron muy queridas por lo que simbolizaba y aún hoy sigue habiendo amantes de ella. De hecho, en el mercado de las monedas, sigue siendo una de las más buscadas e incluso las más codiciadas pueden alcanzar un valor de 1.400 euros.