¿Por qué se dejan los zapatos en la entrada de casa y de dónde viene la tradición?
Una tradición de la Antigüedad y que se mantiene por higiene en países de todo el mundo, y que la pandemia ha potenciado como un punto más de limpieza en las viviendas.
Cultural en muchos países, como Japón, Noruega, Dinamarca, Suecia… Con la pandemia dejar los zapatos fuera de casa es algo que hemos interiorizado. En muchas viviendas ya se llega a casa y uno se cambia de calzado, pero cuando vienen visitas no se suele descalzar la gente. Y ahora esto se ha modificado.
Si uno visita una casa donde los bebés empiezan a gatear, es lo más adecuado, porque literalmente los niños van a ras de suelo. Si hay alfombras y niños pequeños también es lo mejor que podemos hacer, porque se pasan la vida jugando arriba y abajo, cogiendo lo que sea y como sea.
Esta tradición, según cuenta Margo DeMello, autora de Feet and Footwear: A Cultural Encyclopedia (“Pies y calzado: una enciclopedia cultural”), explica que los pies siempre se han tenido como la parte más impura del cuerpo.
“Si nos remontamos a la antigüedad en África, Asia y Europa, varias civilizaciones tempranas tuvieron esa práctica: “Cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa”, explica DeMello.
Cuidar donde comes, te sientas o duermes es algo que se viene haciendo desde la Antigüedad en Asia. “El origen posiblemente se encuentre en China, que es el foco cultural del que bebieron culturas de países como Corea, Japón o Vietnam”, detalla a BBC Mundo el profesor de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Complutense de España David Sevillano-López.
Dado que las casas se dividían por estancias, patios, etc… ibas a meter al comedor suciedad, a la habitación suciedad, y cuando fueras a comer, en el suelo, también suciedad. “Por lo tanto, si no se tenía cuidado, el sitio donde te sentabas, comías o incluso podías llegar a dormir lo llenabas de la suciedad de la calle. Para evitar esto, que podía ser bastante desagradable, se generaron una serie de convenciones, principalmente entre la nobleza, que con el paso del tiempo se generalizó entre toda la población”.
Zapatillas para los invitados
En China y en muchos lugares de Asia, que se mantiene la tradición, se usan unas zapatillas especiales para estar dentro de casa y, muchas veces, hay unas para los invitados. En España, y muchos países europeos, es exactamente igual, aunque no suele haber para los invitados.
En el hinduismo, en el islam, cuando entras a los templos lo más común es dejar el calzado fuera. En lugares de montaña, sobre todo donde nieve a menudo, las botas se dejan siempre en la puerta, para no meter suciedad, mojar ni barro en casa.