¿Por qué se considera que abrir un paraguas en casa da mala suerte?
A qué se debe esta curiosa superstición y cuáles son las teorías que pueden responder a esta pregunta.
Como ocurre en todas las culturas y épocas, la simbología y supersticiones son componentes con gran peso. Muchas de ellas son conocidas a nivel mundial como puede ser el ‘maleficio’ del número 13 y los gatos negros o el evitar pasar por debajo de andamios siempre que sea posible para no generar mal augurio.
Pese a que muchas personas no tienen como referencia este tipo de creencias, lo cierto es que un alto porcentaje de la población sí siguen estas ‘leyes no escritas’. Una de estas populares supersticiones consiste en no abrir paraguas en interiores para evitar la mala suerte. Pero, ¿de dónde viene esta curiosa superstición?
El origen
Pese a que no hay una teoría ‘oficial’ que otorgue una respuesta absoluta, sí hay hipótesis acerca de a qué se puede deber este antiguo pero duradero maleficio. Las más extendidas ubican su origen, como en muchos casos, en la Edad Antigua, período que engloba desde el comienzo de la escritura hasta el inicio de la Edad Media (siglo IV d.C).
Respecto a esta teoría, su origen estaría relacionado con la mitología y cultura egipcia. Una de las explicaciones apunta a que se consideraba que daba mal augurio que alguien que no fuese noble pudiera encontrarse a la sombra de un paraguas, por lo general de plumas de pavo. También hay otra teoría que indica que si se usaba el paraguas cuando no había sol, esto enfadaría al dios del Sol, Ra.
La ciencia en desacuerdo
Pero estas hipótesis no convencen del todo a la comunidad científica, que considera que esta superstición tuvo su punto de origen en el siglo XIX, cuando comenzaron a comercializarse los paraguas con varillas paragón. Estas se presentaban considerablemente más estables debido a su forma en U, motivo por el que, gracias a su comodidad, tuvo una gran acogida en la población.
El problema de base es el mismo que el de hoy: dificultad para abrirlos en pequeños espacios, siendo peligroso para la integridad física de las personas que haya cerca. Es por esta razón por la que, según la ciencia, se extendió la idea de que esta práctica está “maldita”, con el fin de intentar que la gente no continúe con esta práctica.