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¿Por qué Rusia nunca ha estado en la OTAN?

La Ley Fundacional OTAN-Rusia y la creación del Consejo OTAN-Rusia abrieron la posibilidad, aunque diferentes conflictos alejaron un posible ingreso.

Vladimir Putin, con la bandera de Rusia de fondo
ALEXEY NIKOLSKYGetty

La posible entrada de Ucrania en la OTAN fue uno de los detonantes de la invasión llevada a cabo por Rusia en territorio ucranio. La razón por la cual Vladimir Putin exigió que Ucrania no ingresase en la Alianza Atlántica se debe a la consideración de la propia OTAN por parte de Moscú, como una organización afín que defiende los intereses de los Estados Unidos en la región.

Sin embargo, las relaciones entre la OTAN y Rusia no han sido siempre tan tirantes. De hecho, en el año 1997, la organización con carácter militar y el país ruso firmaron la denominada “Ley Fundacional OTAN-Rusia”. Un acuerdo que supuso un acercamiento entre ambas partes para crear una colaboración mutua en materia de seguridad. A principios del siglo XXI, se constituyó el denominado Consejo ‘OTAN-Rusia’ que, a día de hoy, sigue vigente.

Pese a esta colaboración estrecha entre ambas entidades, nunca se llegó a plantear de forma seria una posible entrada de Rusia en la OTAN. Además, varios conflictos enfriaron la relación entre ambos. En declaraciones a la ‘BBC’ el historiador Timothy Sayle señaló a la reconquista de Chechenia por parte del ejército ruso como uno de los factores principales por las cuales los países de la OTAN sostuvieron que Rusia no encajaría como miembro de la organización.

Según la versión ofrecida por este historiador al citado medio, desde Rusia desconfiaban de la OTAN por hechos como el bombardeo de Yugoslavia, durante la Guerra de Kosovo que se produjo en el año 1999. Un bombardeo que supuso la segunda gran guerra de la OTAN desde su creación, tras la Operación Fuerza Deliberada.

Además, entran en juego motivos históricos. La OTAN se fundó, entre otros motivos, como garantía de seguridad de los estados de Europa Occidental ante la Unión Soviética y sus aliados. Un factor clave que explica la improbabilidad de un ingreso de Rusia en la organización.

Recelo por la expansión de la OTAN en Europa del Este

Tras estos conflictos bélicos, desde Rusia tampoco se vio con buenos ojos la expansión de la organización del Atlántico Norte en Europa del Este. La incorporación de los antiguos países de la esfera de influencia soviética ha sido una de las causas del aumento de la tensión entre la OTAN y Rusia. De las repúblicas que conformaban la URSS, solo tres de ellas forman parte de la organización militar.

Son las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), que también ingresaron en el año 2004 en la Unión Europea. Los mencionados Suecia y Finlandia, sondearon tanto en sus respectivos Parlamentos como con la opinión pública un posible ingreso, aunque no obtuvo los apoyos suficientes. En el caso de Finlandia, su proximidad con Rusia al compartir frontera también influyó. Un hecho muy similar a lo que sucedió en Ucrania.

Un ingreso en la OTAN de cualquiera de estos tres países, supondría la pérdida de influencia por parte de Rusia sobre los países más cercanos y limitar al mínimo su soberanía sobre ellos.