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GASTRONOMÍA

¿Por qué los helados no se derriten de golpe en verano y cuál es la explicación?

El alimento estrella en el período estival sufre un fenómeno de lo más curioso y tiene que ver con la temperatura.

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Los helados, los alimentos estrella de los meses de verano

Los helados son uno de los alimentos preferidos cuando llegan los meses de verano. Especialmente, en este período estival, esta comida tan ligera y sabrosa se convierte en uno de los productos estrella de estos meses, caracterizados por el aumento extremo de las temperaturas.

Hay una gran variedad de marcas que diseñan esta comida, por lo que hay una oferta de lo más amplia en este campo.

Además, este producto tiene una particularidad que no tienen muchos alimentos. Esta característica es que no se derrite de golpe en los meses de verano. La pregunta más repetida sobre este fenómeno tiene que ver con el suceso. ¿Por qué ocurre esto? Aquí, resolvemos esta incógnita.

¿Por qué los helados no se derriten de golpe en verano y cuál es la explicación?

Para responder esta cuestión, puede ser recomendable que uses un termómetro para medir la temperatura del helado. Esta teoría se ha desarrollado en el siglo XVIII, en 1761 concretamente. Esto se debe a que las destilerías escocesas recurrieron a la ayuda de un químico de la Universidad de Glasgow, Joseph Black.

Black descubrió, para averiguar en su caso por qué los hielos tardaban en derretirse, que mientras este material siga teniendo cierta cantidad en la copa, la temperatura no aumentará. Esto se puede aplicar a los helados, en los que sucede exactamente el mismo fenómeno.

¿Cuál es la explicación de que los helados no se derriten de golpe en verano?

Esto sucede debido a que todo el calor es invertido en cambiar la forma del agua, esto es, en que evolucione de sólido a líquido, y solamente cuando el helado se haya fundido por completo, la temperatura comenzará a aumentar.

En el caso de las destilerías escocesas, esto fue utilizado por Black para indicarles qué cantidad de madera es la mínima que podían usar para que un volumen determinado de whisky fuera evaporado y cuánta agua fría se debía usar para que esto se pudiera condensar.