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¿Por qué la Puerta de Alcalá de Madrid tiene dos caras?

Ubicada en la Plaza de la Independencia, es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid.

Puerta de Alcalá

Tiene canción propia, es uno de los monumentos de la capital más fotografiados, está justo enfrente de una de las puertas principales del Parque del Retiro, rodeado de calles llenas de vida y estilo como Serrano o Alfonso XII, la Puerta de Alcalá es también una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid.

Se encargó su construcción por el rey Carlos III de España en el año 1778. Fue el primer arco del triunfo que se construyó en Europa tras la caída del Imperio Romano., antes que el Arco del Triunfo en París o la Puerta de Brademburgo en Berlín.

Un monumento asimétrico

Una de sus principales características es que los dos lados son diferentes, no tienen el mismo diseño ni arquitectura ni decoración. Es obra de Francisco Sabatini, quien mandó varios proyectos al rey y el monarca dio el visto bueno a dos bocetos diferentes sin darse cuenta.

El artista actuó de la forma más práctica y diplomática posible para no llevar al monarca a la duda, fusionó los dos proyectos en uno sólo, de ahí que la Puerta de Alcalá presente dos caras distintas. Al menos eso dice la leyenda.

Así, en uno de los lados el monumento tiene diez semi columnas de estilo jónico mientras que por el otro se ven dos columnas con pilastras. Por un lado está el escudo heráldico mientras que por el otro, hay unas esculturas de unos niños.

Esas cuatro figuras de niños representan cada una una virtud: la fortaleza (niño con un casco y lanza), la templanza (niño con un freno de caballo), la prudencia (niño con un espejo) y la justicia (niño con el brazo izquierdo levantado y la mano cerrada).

En 1823 las tropas napoleónicas entraron en la ciudad, y en la estructura se pueden ver restos de la batalla que no han sido tapados para dejar constancia del paso de la historia por un lugar tan importante para la ciudad.