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ACTUALIDAD

¿Por qué hay tantos canguros en Australia?

Esta es la razón por la que hay tantos canguros en el país oceánico. Pero, cuántos son, cómo es su relación con los habitantes australianos y qué debates se están produciendo en el país aussi.

El caddie de Peter Lawrie camina entre canguros durante el primer día de la Perth International en el lago Karrinyup Country Club el 17 de octubre de 2013 en Perth, Australia.
PAUL KANEGetty Images

Cuando alguien piensa en Australia, inconscientemente se viene a la mente uno de sus más preciados y, hasta hace pocos años, queridos emblemas: los canguros. Se trata de un animal único en el país oceánico y forma parte del imaginario colectivo nacional como un auténtico símbolo. Y es que se pueden observar en numerosos programas de televisión, películas, en las monedas del país e incluso en los uniformes deportivos oficiales o en el escudo de armas.

Pero hay varias dudas y polémicas que rodean a los canguros en estos momentos en el país australiano. Una de estas dudas es el por qué de la presencia de tantos canguros en tierras australianas.

La respuesta a esta cuestión puede parecer simple, y es que, debido a la situación geográfica de la isla, y teniendo en cuenta la poca o nula capacidad de nadar de esta especie, se presenta imposible que pudieran abandonar por sí mismos las fronteras de Australia.

Otra de las cuestiones, habituales al tratar este tema, es cuántos canguros puede haber en Australia. Pese a ser complicado proporcionar una respuesta correcta, se estima que estos llamativos habitantes se mueven en una horquilla de entre 45 y 60 millones, llegando a casi triplicar la población de Australia.

Problemas de convivencia

Pese a que siempre se han considerado animales sagrados, esta percepción se está viendo afectada por el comportamiento de los canguros. Y es que, junto al elevado número de ejemplares, cada vez más incontrolable, se le unen unas leyes y normativas muy rígidas que limitan en gran medida la acción humana sobre ellos.

Los problemas han comenzado a surgir desde hace unos años por las actitudes ‘incívicas’ de esta curiosa especie. Uno de ellos está siendo las dificultades a la hora de cohabitar con el resto de animales, ya que, debido a su gran altura y envergadura (pueden llegar a medir 1,50 m. y pesar 85 kg), son ciertamente superiores a la gran mayoría de animales que residen en Australia. Por ello les roban la comida y el agua.

Un seguidor australiano muestra con orgullo el animal símbolo de Australia, el canguro.
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Un seguidor australiano muestra con orgullo el animal símbolo de Australia, el canguro.Robert CianfloneGetty Images

Este se trata de un lujo que las autoridades australianas no pueden permitirse dado el clima y las sequías tan brutales que asolan al país cada vez con más frecuencia. Otras de sus actividades favoritas es destruir granjas o apropiarse de las carreteras, donde, en numerosos, campan a sus anchas, provocando colisiones y accidentes que pueden poner en riesgo la vida de los ciudadanos.

Posibles soluciones

Ante estas circunstancias y de acuerdo con la legalidad vigente, hay poco margen de maniobra por parte de la población, siendo la caza, una de las pocas soluciones para poner freno a la sobrepoblación de canguros. Pero los problemas ante esta posible solución es que las licencias de tiro y sacrificio de especies son muy poco flexibles.

De hecho, hasta hace pocos años, no se podía comercializar con abrigos de piel de canguro o introducirlos en la dieta de los australianos, algo que ha cambiado en los últimos tiempos. En esta línea, es el propio gobierno el que ha ido incentivando poco a poco el consumo de carne de canguro algo que se puede comprobar en hoteles, supermercados y restaurantes de todo tipo, que ya ofertan la posibilidad de consumir este tipo de carne.

En el lado opuesto de la moneda se encuentran las asociaciones animalistas, que se muestran totalmente contrarias a acabar con este símbolo nacional y proponen intentar reconciliar y reconducir las malas prácticas entre canguros y personas, antes de optar por la opción de matarlos.