¿Por qué deberías beber agua en ayunas y qué beneficios tiene para el cuerpo?
El consumo del líquido elemento mientras no se ha consumido comida puede ser de lo más beneficioso para nuestro organismo. Además, se usa como terapia.
El agua es uno de los líquidos más saludables del planeta. Sus beneficios son incontables, y el cuerpo humano está compuesto en gran parte por este elemento. Hay muchos países, como Japón, que pueden llegar a realizar ‘terapias’ que ayudan a mejorar nuestro estado de salud ingiriendo lo que se conoce como ‘H2O’.
Por otra parte, hay que destacar un elemento concreto del consumo del agua. El momento del día, más concretamente. Se ha descubierto que ingerir dicho líquido sin haber tomado ni un gramo de comida puede llegar a ser muy beneficioso para nuestro cuerpo.
El agua supone más de un 70% del cuerpo humano
En primer lugar, y según apunta Business Insider, el agua es el 70% o incluso más del cuerpo. De hecho, casi todos los órganos y tejidos que forman parte de nuestro organismo dependen de este tipo de líquido, uno de los más importantes para la supervivencia.
Los datos indican que este supone un 73% del cerebro y del corazón. Asimismo, puede llegar a ser el 83% de los pulmones, uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Es por ello por lo que muchos consideran que ingerir agua en ayunas puede llegar a ser de lo más beneficioso.
El agua proporciona numerosos beneficios
Sobre este campo, hay que destacar varios aspectos. En primer lugar, cabe mencionar que beber agua en ayunas ayuda a que nuestro organismo no se deshidrate. El cuerpo, habitualmente, suele perder varios líquidos de forma diaria. Según indica la Fundación Española del Corazón, “sin realizar actividad física alguna nuestro organismo pierde entre 2 y 3 litros de líquido diarios”.
Por esto es importante el agua. Cuando sucedan este tipo de situaciones, es importante utilizar la sensación de sed que se pueda tener, ya que, de esta forma, se puede rehidratar el organismo, y, de esta manera, controlar la pérdida de líquidos, que, generalmente, se produce mientras estamos durmiendo.
Por otro lado, también cabe mencionar que esta práctica puede ayudar a tener autocontrol sobre el apetito que se puede tener al cabo del día. Asimismo, como consecuencia, se puede bajar el número de calorías que se consumen a lo largo de un día.
Esto lo confirma una investigación de Annals of Family Medicine, que, a través de hacer beber medio litro de agua a 24 personas que padecían obesidad, se conseguía un descenso de consumo de calorías en hasta un 13%.
El agua puede ayudar a quemar más calorías
Este aspecto, precisamente, puede estar relacionado con otro de los grandes beneficios que aporta el consumir agua en ayunas. Para obtener beneficios sobre ello, habría que “forzar” al cuerpo a calentar dicha bebida cuando pasa por el tracto digestivo. Este punto es confirmado por varios estudios recogidos por la publicación Healthline.
Este medio apunta que la termogénesis inducida por el agua puede causar el aumento de la tasa metabólica del cuerpo entre un 24 y un 30% en personas adultas, además de que los efectos pueden llegar a durar un tiempo aproximado de 60 minutos. Esto se refuerza con una investigación en 14 personas. Esta indica que ingerir un litro y medio de agua llevó a la quema de 48 calorías más.
La ingesta de agua, clave para eliminar toxinas
Otro de los puntos clave más beneficiosos en el consumo de agua. Los riñones dependen de este líquido, ya que el cuerpo debe transportar los desechos que genera hacia fuera. Esto se produce a través de elementos como el sudor o la orina.
Japón, popular por la ‘terapia del agua’
Uno de los lugares más conocidos por este tipo de prácticas es Japón. El país nipón suele realizar lo que se denomina ‘terapia del agua’. De hecho, la Asociación Médica japonesa afirma que llevar a cabo este tratamiento puede ser de lo más beneficioso y eficaz para combatir algunas enfermedades.
La pregunta más formulada en torno a este tipo de terapia es: ¿cómo se lleva a cabo? Tal y como describe Espressa en su página web, se realiza de la siguiente manera:
“Al despertarse hay que tomar 4 vasos de agua, incluso antes de cepillarse los dientes. No se puede tomar nada hasta 45 minutos después de haber ingerido el agua. Pasado este tiempo, puedes comer y beber de forma habitual. Después de desayunar no se puede comer ni beber nada hasta dos horas después”.