Suecia, preparada ante una hipotética expansión rusa: se dispara la venta de búnkeres
A este suceso, según informa The Daily Mail, se añade el incremento del alistamiento militar en 3.000 solicitudes, después del ingreso del país en la OTAN.
El ingreso de Suecia en la OTAN, ratificado el pasado 7 de marzo tras el levantamiento de veto por parte de Turquía, supuso un punto de inflexión para el país escandinavo, después de tres décadas como socio de la Alianza y el deseo de integrarse tras el inicio de la invasión rusa en Ucrania.
De este modo, la entrada de Estocolmo ratifica al denominado ‘muro nórdico’, que integra también a Dinamarca, Islandia, Finlandia y Noruega. Según el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, Suecia aportará “capacidades únicas, en los mares Ártico y Báltico” y “contribuirá más del 2% de su PIB a la defensa”. Sin embargo, esto supone un paso más para protegerse de una hipotética expansión rusa en caso de victoria en el país ucranio.
Por ello, el temor a este escenario ha disparado no solo el incremento de las solicitudes de alistamiento (en 3.000 para ser exactos) al ejército en el país sueco, sino también la venta de búnkeres. De hecho, en cuanto al primer factor, la cifra de peticiones de ingreso ya aumentó en 29.000 desde el inicio de la invasión rusa. También sucede lo mismo en el caso de los búnkeres.
En el caso de este tipo de refugios subterráneos, según las cifras desveladas por The Daily Mail, se registraron hasta 47 ventas para protegerse de un ataque nuclear. Unos refugios que, en el peor de los escenarios, permitiría a la población sueca protegerse no solo de una explosión atómica, sino también de la lluvia radiactiva procedente de una explosión nuclear.
Más de 60.000 búnkeres construidos durante la Guerra Fría
Según cifras mencionadas por el medio británico, durante la Guerra Fría se construyeron hasta 64.000 refugios de estas características debajo de pueblos y ciudades, motivo por el que es considerado uno de los países mejor preparado para un supuesto conflicto bélico. En cualquier caso, Suecia comienza a prepararse para todo tipo de escenarios.
Rusia nunca vio con buenos ojos el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN. Prometió adoptar “medidas políticas y técnico-militares”, pero nunca dio más detalle. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró la semana pasada que “las largas décadas de buena vecindad han quedado hechas añicos”
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