Suecia no descarta un ataque de Rusia: llegan aviones de EEUU al país

Suecia comienza a impacientarse con la OTAN. Costó un hondo debate interno hacer que buena parte de la población aceptara el abandono de la tradicional neutralidad nórdica. Pero, una vez concretadas las posiciones internas y enviada la petición de ingreso en la alianza occidental, se encontró con el enconado y sorpresivo veto de Turquía. El ejecutivo otomano aún no le ha perdonado a la potencia escandinava sus tradicionales muestras de simpatía hacia el movimiento kurdo -han llegado incluso a denegar la extradición de fugitivos del Estado turco-.

No obstante, los grandes actores de la organización arden en deseos de incluir a Suecia. No solo por su posición geoestratégica, a un paso de Rusia pero culturalmente europea, sino también por su destacado desarrollo económico y sus sólidas instituciones democráticas. Sin embargo, nada parece suficiente para conseguir que Erdogan y los suyos cambien de opinión. De hecho, el plan inicial era acelerar los trámites de adhesión de Finlandia y Suecia lo máximo posible para que ambas naciones pudieran ingresar a la vez. Algo que no se ha podido materializar debido, principalmente, a las añejas rencillas entre Estocolmo y Ankara.

Pero, cuanto más tiempo pasa y más inamovible parece la posición turca, más comienzan las peticiones suecas a asemejarse a llamadas de auxilio. Y es que, aunque no se espera que sea algo que suceda en el futuro inmediato, sí existe en el país un miedo generalizado a una futura invasión rusa de la región nórdica. A pesar de que, en principio, es Finlandia la que se encontraría territorialmente más expuesta en este escenario, Helsinki ya cuenta con el fiable seguro de vida de la membresía otanista. Algo de lo que Suecia carece, para ansiedad de sus fuerzas armadas.

Ejercicios conjuntos

Porque es el ministerio de Defensa el que más explícitamente está empujando para conseguir la integración atlántica. Sabiéndose desprotegido ante una eventual oleada expansionista del Kremlin hacia el oeste, el equipo de ministro ha elaborado un detallado informe donde se defiende vehementemente la causa de la unión militar con las potencias occidentales. Según el documento, la cooperación en el marco de la OTAN ayudaría no solo a estabilizar la región del norte de Europa, sino todo el continente al poner coto a las ambiciones del gobierno ruso.

Además, el titular de la cartera marcial, el moderado Pal Jonson, ha añadido que la posición geográfica de Suecia ofrecería a los efectivos de la alianza múltiples y provechosas posibilidades estratégicas. Algo que, sin duda, comparte el principal activo otánico, Estados Unidos. Y las muestras de apoyo de Washington han transcendido el terreno de la palabra, pues su fuerza aérea está actualmente inmersa en maniobras conjuntas con el ejército sueco después del envío de dos aviones militares desde Norteamérica. La pelota, empero, sigue en el tejado de un señor con traje y bigote llamado Tayyip Erdogan.